La flor tiene cuatro partes principales: el cáliz, la corola, el androceo y el gineceo. El cáliz y la corola protegen los órganos reproductivos internos. El androceo contiene los estambres y produce el polen, mientras que el gineceo contiene los óvulos y recibe el polen durante la polinización, ya sea directa, cruzada o artificial. La polinización y la posterior fecundación permiten la formación del fruto y las semillas.