Este documento identifica varias fuentes potenciales de frustración para los estudiantes en línea. Estas incluyen una inadecuada organización del tiempo, tener expectativas irreales sobre el esfuerzo requerido, y matricularse en cursos que no coinciden con sus objetivos. También señala que los estudiantes en línea necesitan estrategias y habilidades específicas para este entorno, como competencias básicas en informática.