La Guerra Civil española enfrentó a dos bandos: el republicano, que controlaba el gobierno, y el nacional, que se rebeló para derrocarlo. El conflicto se internacionalizó con apoyo de Italia y Alemania a los nacionales y de la Unión Soviética a los republicanos. Tras tres años de lucha, las victorias nacionales en el norte y sur redujeron el territorio republicano hasta la toma de Madrid en 1939, poniendo fin a la Segunda República e iniciando la dictadura franquista.