Este cuento trata sobre las hermanas María y Melisa que alimentaban a los animales del bosque durante el invierno. Un día se perdieron en el bosque durante una tormenta y se encontraron con el lobo blanco Duque, al que todos en el pueblo temían. Más tarde, María decidió alimentar también a Duque porque pensaba que estaba solo y que no debían juzgarlo solo por su apariencia. Con el tiempo, María y Duque se hicieron amigos, enseñando a los demás a no juzgar a los demás sin conocerlos.