La Iglesia Católica ha evolucionado desde sus orígenes, cuando los papas impusieron disciplina férrea y sanciones como la excomunión y el interdicto para afianzar su poder. La estructura del clero incluía al clero regular en monasterios y al secular encargado de enseñar. La Iglesia fue perseguida en sus inicios pero ganó influencia en el siglo IV, y figuras como León I y Gregorio I establecieron sus reglas. Más tarde, los papas demostraron su aspiración de guiar el