El documento describe la influencia de la Iglesia católica durante la Edad Media en Europa. La fe cristiana dominó sin disputa durante este periodo y la Iglesia apoyó a los poderes temporales en las cruzadas contra los musulmanes. Además, el clero era casi la única clase letrada y controlaba la educación a través de las escuelas y universidades. La Iglesia también estaba íntimamente conectada con el poder civil. Su organización jerárquica y disciplinada le permitió gobernar de manera efectiva.