Este documento propone una nueva política petrolera para Venezuela con el objetivo de convertir al país en el principal productor y exportador de petróleo del mundo y gas en América, duplicar la producción petrolera en 6 años y sustituir el consumo interno por fuentes renovables. Plantea aumentar la producción para superar la pobreza, generar empleos y diversificar la economía, basándose en principios de productividad, confianza y democratización de la industria petrolera.