El documento propone una nueva ética cívica y social para Colombia basada en tres pilares: 1) Reconocer el valor único de toda vida humana y oponerse a cualquier acto que atente contra ella, 2) Entender que todos formamos parte de una comunidad y debemos pensar y actuar en beneficio del conjunto, no solo del individuo, y 3) Asegurar que la política y economía sirvan al ser humano y no lo reduzcan a un objeto, combatir la corrupción y desigualdad.