Este documento resume las principales ideas sobre la Palabra de Dios presentadas en documentos del Vaticano II, el Sínodo de 2008 y la exhortación apostólica Verbum Domini. Explora temas como la iniciativa de Dios al hablar al hombre, la respuesta de la Iglesia y el creyente a la Palabra, y la lectura orante de la Biblia. Enfatiza que la Palabra transforma la vida a través de la fe y el seguimiento de Cristo, y que los creyentes deben acogerla en comunión con la Iglesia y
Presentación realizada por la Dra. en Teología María Verónica Talamé en la Parroquia Nuestra Señora de Pompeya, Corrientes durante los días 1 y 2 de mayo de 2015
Es un metodo de lectura y oración muy antiguo de la Iglesia Católica, para tener un acercamiento con Dios que no limita y agota en el texto escrito, sino que partiendo del texto de la Escritura favorece la búsqueda del Señor, siendo Él el sentido de toda la lectura y de la búsqueda.
El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció el 25 de enero de 1959. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.
El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue el latín.
Comparativamente, fue el Concilio que contó con mayor y más diversa representación de lenguas y razas, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo. Asistieron además miembros de otras confesiones religiosas cristianas.
Los documentos son:
Constituciones
Dei Verbum (Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación)
Lumen Gentium (Constitución Dogmática sobre la Iglesia)
Sacrosanctum Concilium (Constitución sobre la Sagrada Liturgia)
Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual)
Decretos conciliares
Ad Gentes (Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia)
Presbyterorum Ordinis (Decreto sobre el ministerio y vida de los presbíteros)
Apostolicam Actuositatem (Decreto sobre el apostolado de los laicos)
Optatam Totius (Decreto sobre la formación sacerdotal)
Perfectae Caritatis (Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa)
Christus Dominus (Decreto sobre el ministerio pastoral de los Obispos)
Unitatis Redintegratio (Decreto sobre el ecumenismo)
Orientalium Ecclesiarum (Decreto sobre las Iglesias orientales católicas)
Inter Mirifica (Decreto sobre los Medios de comunicación social)
Declaraciones conciliares
Gravissimum Educationis (Declaración sobre la Educación Cristiana)
Nostra Aetate (Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las Religiones no cristianas)
Dignitatis Humanae (Declaración sobre la libertad religiosa)
Presentación realizada por la Dra. en Teología María Verónica Talamé en la Parroquia Nuestra Señora de Pompeya, Corrientes durante los días 1 y 2 de mayo de 2015
Es un metodo de lectura y oración muy antiguo de la Iglesia Católica, para tener un acercamiento con Dios que no limita y agota en el texto escrito, sino que partiendo del texto de la Escritura favorece la búsqueda del Señor, siendo Él el sentido de toda la lectura y de la búsqueda.
El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció el 25 de enero de 1959. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.
El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue el latín.
Comparativamente, fue el Concilio que contó con mayor y más diversa representación de lenguas y razas, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo. Asistieron además miembros de otras confesiones religiosas cristianas.
Los documentos son:
Constituciones
Dei Verbum (Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación)
Lumen Gentium (Constitución Dogmática sobre la Iglesia)
Sacrosanctum Concilium (Constitución sobre la Sagrada Liturgia)
Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual)
Decretos conciliares
Ad Gentes (Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia)
Presbyterorum Ordinis (Decreto sobre el ministerio y vida de los presbíteros)
Apostolicam Actuositatem (Decreto sobre el apostolado de los laicos)
Optatam Totius (Decreto sobre la formación sacerdotal)
Perfectae Caritatis (Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa)
Christus Dominus (Decreto sobre el ministerio pastoral de los Obispos)
Unitatis Redintegratio (Decreto sobre el ecumenismo)
Orientalium Ecclesiarum (Decreto sobre las Iglesias orientales católicas)
Inter Mirifica (Decreto sobre los Medios de comunicación social)
Declaraciones conciliares
Gravissimum Educationis (Declaración sobre la Educación Cristiana)
Nostra Aetate (Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las Religiones no cristianas)
Dignitatis Humanae (Declaración sobre la libertad religiosa)
El Concilio Vaticano II y el diálogo ecuménico: ¿renovación o ruptura?diglesias
Se analizan el Concilio Vaticano II y la posterior crisis de la Iglesia Católica y se las relaciona con dos posibles interpretaciones del Concilio: la "hermenéutica de la ruptura" y la "hermenéutica de la renovación en la continuidad" (Benedicto XVI). Se revisa la doctrina del Concilio sobre el ecumenismo siguiendo la "hermenéutica de la continuidad".
Comentarios al documento del Papa Benedicto XVI sobre las Sagradas Escrituras, y la importancia de volver a hacer de ellas, como fuente de revelación, el alimento de la vida cristiana, en lo personal, familiar y social.
DOCTRINA DEL ESPIRITU SANTO - NEUMATOLOGIA - 1.pptxRicardo Hernandez
INTRODUCCIÓN DE LA DOCTRINA DEL ESPIRITU SANTO
EL ESPIRITU SANTO TRABAJA JUNTO AL PADRE Y AL HIJO EN EL PLAN DE LA REDENCIÓN
ALGUNAS TEORIAS ERRONEAS SOBRE LAS PERSONALIDADES DE DIOS
CONSECUENCIAS TERRIBLES PARA LOS QUE NO CREEN QUE DIOS ES EL ESPIRITU SANTO
PERSONALIDAD DEL ESPIRITU SANTO - A TRAVÉS DE SUS NOMBRES Y SUS TÍTULOS
EL USO DE PRONOMBRES PERSONALES DEMUESTRA SU PERSONALIDAD
EL ESPÍRITU SANTO TIENE CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA
EL ESPÍRITU SANTO PUEDE SER AFECTADO COMO UNA PERSONA
EL ESPÍRITU SANTO ES IDENTIFICADO CON EL PADRE Y EL HIJO
EL ESPÍRITU SANTO SE RECONOCE CON EL PODER DE DIOS
DIOS ES ESPIRITU Y LAS OBRAS BENÉFICAS DE DIOS SE REALIZAN POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO
AL ESPÍRITU SANTO DIRECTAMENTE SE LE LLAMA “DIOS”
EL ESPÍRITU SANTO DEMUESTRA LOS ATRIBUTOS DIVINOS
EL ESPÍRITU SANTO POSEE LAS CUALIDADES DE LA VERDAD, SANTIDAD Y EL AMOR
EL ESPÍRITU SANTO HACE LAS OBRAS DE DIOS
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
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Con 5 tiradas para comenzar predicciones.
Aprende y utiliza este mazo para divertirte.
A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario” es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)
B. ¿Qué significa estar solo?
• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo, solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
(Mateo 14:23)
C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?
• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento de creatividad y comunión con el Señor).
D. Ejemplos bíblicos de soledad
DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)
ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.
“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)
E. Ejemplos bíblicos de estar solo
PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)
JOB ESTUVO SOLO CUANDO
2. Bibliografía utilizada:
• Concilio Vaticano II. Constitución
Dogmática Dei Verbum
• SÍNODO DE LOS OBISPOS 2.008. LA
PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y EN
LA MISIÓN DE LA IGLESIA.
In s t r u m e n t u m L a b o r i s
• BENEDICTO XVI. EXHORTACIÓN
APOSTÓLICA POSTSINODAL
VERBUM DOMINI
4. Dei Verbum nº 2: “Dios
invisible, movido de amor,
habla a los hombres como
amigos, trata con ellos para
invitarlos y recibirlos en su
compañía”
5. Verbum Domini nº 22: “Dios habla y
viene al encuentro del hombre de muy
diversos modos, dándose a conocer
en el diálogo”
Verbum Domini nº 6: “el Verbo, que
desde el principio está junto a Dios y
es Dios, nos revela al mismo Dios en
el diálogo de amor de las Personas
divinas y nos invita a participar en él.”
6. V. D. nº 23: “la Palabra de
Dios tiene la capacidad para
dialogar con los
problemas que el hombre
ha de afrontar en la vida
cotidiana.”
8. Respuesta de la Iglesia. Dei Verbum21
“La Iglesia ha venerado siempre las
Sagradas Escrituras al igual que el mismo
Cuerpo del Señor, no dejando de tomar
de la mesa y de distribuir a los fieles el
pan de vida, tanto de la palabra de Dios
como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en
la Sagrada Liturgia (…) es tanta la
eficacia que radica en la palabra de Dios,
que es, en verdad, apoyo y vigor de la
Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos,
alimento del alma, fuente pura y perenne
de la vida espiritual.
9. Posibles respuestas del
hombre ante la Palabra:
V.D. nº 25: “La respuesta propia del
hombre al Dios que habla es la fe”
V.D. nº 26: “existe también
inevitablemente la posibilidad
dramática por parte de la libertad
del hombre de sustraerse a este
diálogo de alianza con Dios”
10. I n s t r u m e n t u m L a b o r i s nº
23.
“sin la escucha del creyente la Palabra
se muestra dicha, pero no recibida”.
Por ello se puede decir que la
revelación bíblica es el encuentro
entre Dios y el pueblo en la
experiencia de la única Palabra y que
entre ambos hacen la Palabra.
Cfr. Hb 4, 12-13; Is 55, 9-11
La Palabra de Dios despliega su eficacia
cuando se quitan los obstáculos y se
ponen las condiciones para que la
semilla de la Palabra dé frutos.
11. La Palabra de Dios transforma la vida de
aquellos que se acercan a ella con fe. La
Palabra no se extingue nunca, es nueva cada
día. Mas para que esto suceda es necesaria
una fe que escucha (IL nº 24).
Se puede leer la Biblia sin fe, pero sin fe no se
puede escuchar la Palabra de Dios (...) Se trata
principalmente de aproximarse a la Palabra,
no tanto como depósito de referencias
dogmáticas pastorales, sino como fuente de
agua viva, en la sorpresa gozosa de escuchar
al Señor en el propio contexto de vida. (nº 26)
12. La eficacia propia de la Palabra de
Dios está unida a la cruz: Cristo
habla de la necesidad de su
muerte para cumplir el plan de
salvación. (…)
«Tanto amó Dios al mundo que dio
a su Hijo unigénito» (Jn 3, 16; cf.
Rom 5, 8). Encuentra el fruto de
la Palabra quien cree en el amor
de Dios que la pronuncia.
13. I.L. nº 41: “La Palabra de Dios ayuda
a la vida de fe, no en cuanto
expone primariamente un
compendio de cuestiones
doctrinales o una serie de principios
éticos, sino en cuanto expresa
fundamentalmente el amor de
Dios, que invita al encuentro
personal con él y manifiesta su
inexpresable grandeza en el evento
pascual”
14. ¿Cómo podemos saber cuando estamos
obstaculizando el diálogo con Dios?
Este rechazo se expresa en ciertas actitudes:
1. Aversión: oposición a Jesús y/o indiferencia
2. Simpatía: mera admiración por Jesús. Se manifiesta
en:
a) Pérdida de la confianza en la misericordia
b) se piensa que son los otros los que necesitan
cambiar
c) Intransigencia
d) cuesta escuchar a los demás
e) Dureza con las personas amadas
f) Dificultad para perdonar de corazón
g) Se llena de resentimientos
h) Actitud crítica hacia a sus hermanos
15. El verdadero oyente de la Palabra se
convierte en discípulo: se adhiere
plenamente a la persona de Jesús, se
deja modelar por Él, esto es, procura
pensar, sentir y actuar como Cristo
V.D. Nº 50: “Recibir al Verbo quiere decir
dejarse plasmar por Él hasta el punto
de llegar a ser, por el poder del Espíritu
Santo, configurados con Cristo, con el
«Hijo único del Padre» (Jn1,14). Es el
principio de una nueva creación, nace
la criatura nueva, un pueblo nuevo.”
17. I.L. nº 38: “La Lectio Divina debe poder
transformarse en fuente que inspira las
diversas prácticas de la comunidad
cristiana, como ejercicios espirituales,
retiros, devociones y experiencias
religiosas.”
Ibíd. “Ella es una realidad sin la cual no
seremos auténticos cristianos en un
mundo secularizado”
18. V.D. nº 86: “la Palabra de Dios está en la base de
toda espiritualidad auténticamente cristiana”
Ibíd. “se ha de evitar el riesgo de un acercamiento
individualista, teniendo presente que la Palabra de
Dios se nos da precisamente para construir
comunión, para unirnos en la Verdad en nuestro
camino hacia Dios”
Ibíd. “es importante leer la Sagrada Escritura y
escucharla en la comunión de la Iglesia, es decir,
con todos los grandes testigos de esta Palabra,
desde los primeros Padres hasta los santos de hoy,
hasta el Magisterio de hoy”
Ibíd. “la lectura orante, personal y comunitaria, se ha de vivir
siempre en relación a la celebración eucarística”
19. Pasos de la lectio divina V.D. nº
87:
1. la lectura (lectio) del texto, que suscita la cuestión
sobre el conocimiento de su contenido auténtico: ¿Qué
dice el texto bíblico en sí mismo?
2. la meditación (meditatio) en la que la cuestión
es: ¿Qué nos dice el texto bíblico a nosotros?
3. la oración (oratio), que supone la pregunta: ¿Qué
decimos nosotros al Señor como respuesta a su
Palabra?
4. la contemplación (contemplatio), durante la cual
aceptamos como don de Dios su propia mirada al
juzgar la realidad, y nos preguntamos: ¿Qué
conversión de la mente, del corazón y de la vida nos
pide el Señor?
5. la lectio divina no termina su proceso hasta que no se
llega a la acción (actio), que mueve la vida del creyente
a convertirse en don para los demás por la caridad
20. Verbum Domini nº 6: “sólo
podemos comprendernos a
nosotros mismos en la
acogida del Verbo y en la
docilidad a la obra del
Espíritu Santo”
21. Consecuencias
pastorales de la Lectio
Divina:
• El creyente es un TESTIGO DE LA PALABRA ,
por lo tanto:
• debe creer en la Palabra.
• No ha de poner ningún obstáculo al diálogo
con Dios
• Debe leerla y escucharla en comunión con la
Iglesia y en relación estrecha con la Eucaristía
• El creyente ha de vivir según la Palabra
(testimonio de vida)