El documento describe la Última Cena de Jesús y su sufrimiento en el Huerto de los Olivos. Jesús instituyó la Eucaristía y el sacerdocio durante la Última Cena, y luego sufrió en agonía en el huerto, orando solo a pesar de que sus discípulos se durmieron. Jesús sufrió flagelación y crucifixión para salvarnos del pecado, y ahora está realmente presente en la Eucaristía para acompañarnos.

1. LA ULTIMA CENA DEL SEÑOR, “ Este es mi mandamiento; que os améis los unos a los otros como yo os he amado.” _ Institución de la Sagrada Eucaristía y del sacerdocio ministerial. _El Mandamiento Nuevo del Señor.

2. Jesús se queda con nosotros para siempre en la Sagrada Eucaristía, con una presencia real, verdadera y sustancial.

3. De rodillas sobre el duro suelo, persevera en oración ...Llora por ti...y por mí: le aplasta el peso de los pecados de los hombres.

4. Jesús entra en agonía y llega a derramar sudor de sangre. “Jesús, solo y triste, sufría y empapaba la tierra con su sangre.”

5. Cuando el cuerpo parece que ya no puede resistir, vendrá un ángel a confortarlo. La naturaleza humana del Señor se nos muestra en esta escena con toda su capacidad de sufrimiento.

6. Por tres veces busca la compañía en la oración de aquellos tres discípulos a los que les había pedido que no le dejaran solo, pero los encontró dormidos.

7. También hoy Jesús desea nuestra compañía. Y sin oración, ¡qué difícil es acompañarle!

8. “ El Señor fue flagelado, y nadie le ayudó; fue afeado con salivas, y nadie le amparó; fue coronado de espinas, y nadie le protegió; fue crucificado, y nadie le desclavó”

9. JESÚS QUISO SUFRIR TODO ESO POR TI Y POR MÍ. Y nosotros, ¿no vamos a saber corresponder?

10. La eficacia de la Pasión no tiene fin. Ha llenado el mundo de paz, de gracia, de perdón, de felicidad en las almas, de salvación.

11. “ Es muy posible que en alguna ocasión, a solas con un crucifijo, se te vengan las lágrimas a los ojos. No te domines...Pero procura que ese llanto acabe en un propósito”

12. Cada uno de nosotros puede decir: el Hijo de Dios me amó y se entregó por mí.”

13. C.M.Pérez 31/3/2010 Ya somos hijos de Dios, porque Jesús ha muerto por nosotros y su muerte nos ha rescatado. http://www.slideshare.net/CMP