El documento presenta una visión de compromiso con el ecosistema en el que vivimos. Explica el concepto de ecosistema y los factores que lo afectan, incluyendo el cambio climático y la influencia humana a través de la destrucción de hábitats, contaminación e introducción de especies. Finalmente, enfatiza la necesidad de controlar el impacto humano sobre los ecosistemas y promover la protección de áreas naturales, así como un uso más responsable de los recursos de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia sobre
En el siguiente fascículo podrá encontrar los siguientes contenidos: Cambio climático (Parte 1); Efecto invernadero; Cambio climático en Argentina; Cambio climático en Mendoza; Actividades para el docente.
Fascículos digitales que abordan diversos temas sobre educación ambiental elaborados en el año 2010 por la Secretaría de Media Ambiente, Dirección General de Escuelas, IADIZA-CONICET.
En este fascículo podrás encontrar los siguientes temas: Cambio climático (Parte 2), Reflexiones. Publicación Al Gore, Concientización y cambio climático, Actividades para el docente, Bibliografía.
A veces los efectos de un cambio tan grande pueden ser devastadores. La crisis climática está rompiendo todo patrón conocido, lo cual tendrá incalculables consecuencias para la humanidad. El calentamiento global aumenta la vulnerabilidad humana a nuevas enfermedades y también la reaparición de otras que estaban bajo control.
Fascículos digitales que abordan diversos temas sobre educación ambiental elaborados en el año 2010 por la Secretaría de Media Ambiente, Dirección General de Escuelas, IADIZA-CONICET.
CAMBIO CLIMÁTICO y concientización realista _ciencias_de_la_ciudadaniaNombre Apellidos
Trabajo sobre el cambio climático y concientización
Propuesta de qué se puede hacer. Propuesta social realista
Adaptarse al escenario del humano interesado es primordial para pavimentar un camino que no cueste seguir, directo al detenimiento del cambio climático.
Nada de romanticismos.
En el siguiente fascículo podrá encontrar los siguientes contenidos: Cambio climático (Parte 1); Efecto invernadero; Cambio climático en Argentina; Cambio climático en Mendoza; Actividades para el docente.
Fascículos digitales que abordan diversos temas sobre educación ambiental elaborados en el año 2010 por la Secretaría de Media Ambiente, Dirección General de Escuelas, IADIZA-CONICET.
En este fascículo podrás encontrar los siguientes temas: Cambio climático (Parte 2), Reflexiones. Publicación Al Gore, Concientización y cambio climático, Actividades para el docente, Bibliografía.
A veces los efectos de un cambio tan grande pueden ser devastadores. La crisis climática está rompiendo todo patrón conocido, lo cual tendrá incalculables consecuencias para la humanidad. El calentamiento global aumenta la vulnerabilidad humana a nuevas enfermedades y también la reaparición de otras que estaban bajo control.
Fascículos digitales que abordan diversos temas sobre educación ambiental elaborados en el año 2010 por la Secretaría de Media Ambiente, Dirección General de Escuelas, IADIZA-CONICET.
CAMBIO CLIMÁTICO y concientización realista _ciencias_de_la_ciudadaniaNombre Apellidos
Trabajo sobre el cambio climático y concientización
Propuesta de qué se puede hacer. Propuesta social realista
Adaptarse al escenario del humano interesado es primordial para pavimentar un camino que no cueste seguir, directo al detenimiento del cambio climático.
Nada de romanticismos.
El bienestar humano depende en gran medida de los ecosistemas y de los beneficios que estos otorgan, tales como la producción de alimentos y agua potable. Sin embargo, durante los últimos 50 años, las personas han provocado un enorme impacto sobre el medioambiente.
El secretario general de la ONU Kofi Annan, para entender mejor las consecuencias de los actuales cambios de los ecosistemas y evaluar posibles escenarios futuros, inauguró este estudio científico exhaustivo, la Evaluación de Ecosistemas del Milenio.
¿Qué acciones podrían limitar las consecuencias dañinas de la degradación de los ecosistemas?
El bienestar humano depende en gran medida de los ecosistemas y de los beneficios que estos otorgan, tales como la producción de alimentos y agua potable. Sin embargo, durante los últimos 50 años, las personas han provocado un enorme impacto sobre el medioambiente.
El secretario general de la ONU Kofi Annan, para entender mejor las consecuencias de los actuales cambios de los ecosistemas y evaluar posibles escenarios futuros, inauguró este estudio científico exhaustivo, la Evaluación de Ecosistemas del Milenio.
¿Qué acciones podrían limitar las consecuencias dañinas de la degradación de los ecosistemas?
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Se hace un análisis del comportamiento del covid-19 por regiones del mundo, incluyendo el examen de las diferencias en mortalidad. Se compara la mortalidad por Covd-19 en Colombia a las demás causas. Se comenta sobre los posibles tratamientos.
Desafíos que nos presenta hoy el mundo, vistos desde la tecnología, la educac...
La pequeña comunidad y la ciudad - una visión del compromiso con el ecosistema del cual hacemos parte
1. ESCRITOS DE FORMACIÓN
Número 12 – Agosto de 2005
EAS
LAS COMUNIDADES Y LA CIUDAD: UNA VISIÓN DE
COMPROMISO CON EL ECOSISTEMA DEL CUAL HACEMOS
PARTE
COMUNIDADES CRISTIANAS COMPROMETIDAS EAS DE COLOMBIA
2. CIUDAD DE MEDELLÍN
COMITÉ DE FORMACIÓN
El comité de Formación genera documentos periódicamente para beneficio
de los EAS y su formación. Los invitamos a leer estos documentos y
reflexionar sobre ellos, ojalá algunas veces en comunidad. Los invitamos a
coleccionarlos y a divulgarlos.
Estos escritos se basan en recopilaciones de documentos de diversos
autores, incluyendo personas de los EAS, sometidos en algunos casos a
adaptaciones que los hagan más afines y prácticos para los EAS, bajo la
responsabilidad del comité.
Son bienvenidos los comentarios y los aportes.
Recientemente tuvimos el paseo ecológico en el parque Cerro El Volador,
un increíble espacio verde en medio de la ciudad. La Comunidad de la Luz
fue la encargada de facilitar esta actividad y aprovechando que actúa
como Comité de Formación se tuvo el cuidado de aprovechar la
preparación del paseo para preparar y compartir con los EAS el presente
Boletín que esperamos contribuya a nuestro mayor compromiso con el
hermoso Valle de Aburrá donde vivimos.
Este documento ha sido preparado en parte basado en el artículo Una
visión cristiana del medio ambiente, que se refiere al nuevo
Compendio de Doctrina Social de la Iglesia. Salió en Zenith, el 19 febrero
2005. Se ha completado con información tomada del Internet sobre
planeación urbana y ecosistemas.
2
3. LAS COMUNIDADES Y LA CIUDAD: UNA VISIÓN DE
COMPROMISO CON EL ECOSISTEMA DEL CUAL HACEMOS
PARTE
EL CONCEPTO DE ECOSISTEMA
Un ecosistema es un sistema dinámico relativamente autónomo
formado por una comunidad natural y su medio ambiente físico. El
concepto, que empezó a desarrollarse en las décadas de 1920 y 1930,
tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos —
plantas, animales, bacterias, algas, protozoos y hongos, entre otros—
que forman la comunidad y los flujos de energía y materiales que la
atraviesan.
Este concepto se aplica también para describir los principales tipos de
hábitats del planeta. Ecosistemas terrestres, bosques, praderas y
sabanas, desiertos y ecosistemas semiáridos. Ecosistemas de agua
dulce: lagos, ríos y pantanos. También hay ecosistemas híbridos,
terrestres y de agua dulce. La gama de ecosistemas marinos es
amplísima: arrecifes de coral, manglares, lechos de algas y otros
ecosistemas acuáticos litorales, ecosistemas de mar abierto o los
misteriosos y poco conocidos sistemas de las llanuras y fosas abisales
del fondo oceánico.
El término ecosistema puede también utilizarse para describir áreas
geográficas que contienen un espectro amplio de tipos de hábitats
mutuamente vinculados por fenómenos ecológicos. En este sentido se
conforman ecosistemas en los cuales el hombre tiene una profunda
influencia y participación, como es el caso de las grandes ciudades y
áreas metropolitanas.
Los ecosistemas y el cambio
El mundo natural está en perpetuo estado de transformación. El cambio
opera a todas las escalas de tiempo, desde las más cortas a las más
largas. Los cambios a corto plazo, observables por las personas, suelen
ser cíclicos y predecibles: noche y día, ciclo mensual de las mareas,
cambio anual de las estaciones, crecimiento, reproducción y muerte de
los individuos. A esta escala, muchos ecosistemas no expuestos a la
acción humana parecen estables e invariables, en un estado de
‘equilibrio natural’.
3
4. Cada vez es más evidente que esto no es así. Pero los cambios a largo
plazo, los que actúan durante décadas, siglos, milenios y hasta decenas
de millones de años, son más difíciles de seguir. La propia ecología es
una ciencia con menos de un siglo de antigüedad, un simple guiño en
la historia de la mayor parte de los ecosistemas naturales. Además, es
evidente que casi todos estos cambios a largo plazo no son ni regulares
ni predecibles.
En conjunto, el clima es, sin duda, el factor más influyente a corto y
medio plazo. En tierra, la temperatura, la precipitación y la
estacionalidad son los tres factores que más afectan a la distribución de
ecosistemas. Los cambios de cualquiera de ellos pueden tener
consecuencias duraderas. En tiempos geológicos recientes, el ejemplo
más visible de esto es, sin duda, la serie de glaciaciones que han
caracterizado a gran parte del pleistoceno. Estos prolongados periodos
de enfriamiento global han afectado profundamente a los ecosistemas
de todo el mundo, han provocado la invasión por los casquetes de hielo
polares de regiones templadas y la contracción de los hábitats
forestales húmedos en partes del trópico.
A escalas temporales más cortas pueden también producirse
alteraciones climáticas de influencia geográfica amplia. Uno de los
ejemplos más espectaculares es la corriente de El Niño, una corriente
de agua cálida que recorre periódicamente el Pacífico. La corriente de
El Niño sigue un ciclo irregular y varía en cuanto a intensidad e
impacto; raramente pasan más de veinte años sin que se produzca,
pero en ocasiones el fenómeno se ha repetido con un intervalo de sólo
uno o dos años. Afecta también a los ecosistemas terrestres, pues
altera las pautas de precipitación, sobre todo en América.
Ciertos episodios locales también afectan con fuerza a los ecosistemas:
incendios, inundaciones y corrimientos de tierras son fenómenos
naturales que pueden tener repercusiones catastróficas a escala local.
Este impacto no es necesariamente negativo: de hecho, muchos
ecosistemas necesitan estas perturbaciones periódicas para
mantenerse. Ciertos ecosistemas, una vez alcanzado el estado óptimo
o clímax, son dependientes del fuego, ya que los incendios periódicos
forman parte esencial del ciclo de crecimiento; estos ecosistemas son
muy comunes en áreas semiáridas, como gran parte de Australia.
A escalas de tiempo más prolongadas, los fenómenos geológicos y la
evolución desempeñan una función crucial en el cambio de
funcionamiento de los ecosistemas. La deriva continental altera,
literalmente, la faz de la Tierra, destruye paisajes y crea otros nuevos,
4
5. mientras que la evolución da lugar a nuevas formas de vida que, a su
vez, pueden crear ecosistemas nuevos al tiempo que inducen la
extinción de otras especies y la pérdida o transformación de los
ecosistemas de los que formaban parte.
Pero esto no significa que los ecosistemas naturales carezcan de
continuidad. Muchos han demostrado una elasticidad y una persistencia
enormes durante millones de años. Son ejemplos de ecosistemas que
se han mantenido aparentemente estables durante mucho tiempo: las
extensas llanuras del fondo oceánico, los ecosistemas de tipo
mediterráneo del sur de África y el oeste de Australia y algunas áreas
de selva tropical lluviosa o pluvisilva, como las del Sureste asiático
continental o las montañas del este de África.
El ser humano y sus influencias
Todos los medios y ecosistemas naturales se enfrentan ahora a una
dificultad sin precedentes: la humanidad. El ser humano ha comprimido
en unos pocos siglos cambios que en su ausencia hubiesen exigido
miles o millones de años. Las consecuencias de estos cambios están
todavía por ver. A continuación se describen los impactos más
importantes de la actividad de los seres humanos sobre los
ecosistemas
Destrucción. La influencia más directa del hombre sobre los
ecosistemas es su destrucción o transformación. La tala destruye,
como es lógico, el ecosistema forestal. También la explotación selectiva
de madera altera el ecosistema. Lo mismo ocurre con la desecación de
humedales que se ha llevado a cabo de forma sistemática para ganar
tierras de cultivo o eliminar la fuente de enfermedades.
Ahora se acepta de forma generalizada que las actividades de la
humanidad están contribuyendo al calentamiento global del planeta,
sobre todo por acumulación en la atmósfera de gases de efecto
invernadero. Las repercusiones de este fenómeno probablemente se
acentuarán en el futuro. Como ya se ha señalado, el cambio climático
es una característica natural de la Tierra. Pero antes sus efectos se
podían asimilar, porque los ecosistemas ‘emigraban’ desplazándose en
latitud o altitud a medida que cambiaba el clima. Como ahora el ser
humano se ha apropiado de gran parte del suelo, en muchos casos los
ecosistemas naturales o seminaturales no tienen ningún sitio al que
emigrar.
Contaminación. La contaminación del medio ambiente por herbicidas,
plaguicidas, fertilizantes, vertidos industriales y residuos de la actividad
5
6. humana es uno de los fenómenos más perniciosos para el medio
ambiente. Los contaminantes son en muchos casos invisibles, y los
efectos de la contaminación atmosférica y del agua pueden no ser
inmediatamente evidentes, aunque resultan devastadores a largo
plazo. Las consecuencias de la lluvia ácida para los ecosistemas de
agua dulce y forestales de gran parte de Europa septentrional y central
es un fenómeno que ilustra este apartado.
Introducción de especies. El hombre ha sido responsable, en forma
deliberada o accidental de la alteración de las áreas de distribución de
un enorme número de especies animales y vegetales. Esto no sólo
incluye los animales domésticos y las plantas cultivadas, sino también
parásitos como ratas, ratones y numerosos insectos y hongos. Las
especies naturalizadas pueden ejercer una influencia devastadora sobre
los ecosistemas naturales por medio de sus actividades de depredación
y competencia, sobre todo en islas en las que hay especies naturales
que han evolucionado aisladas
Sobreexplotación. La captura de un número excesivo de animales o
plantas de un ecosistema puede inducir cambios ecológicos
sustanciales. El ejemplo más importante en la actualidad es la
sobrepesca en los mares de todo el mundo. El agotamiento de la mayor
parte de las poblaciones de peces es, sin duda, causa de cambios
importantes, aunque sus repercusiones a largo plazo son difíciles de
evaluar.
Control de la influencia humana sobre los ecosistemas
Controlar el cambio de los ecosistemas puede ser para la humanidad el
reto más importante durante el presente milenio. Será necesario
encontrar soluciones a todas las escalas, desde la local hasta la
mundial, incidiendo en todos los estratos sociales, desde la clase
política, hasta los niños y estudiantes, promoviendo programas de
educación ambiental en escuelas y centros educativos.
La protección de los ecosistemas naturales que quedan en parques
nacionales y otras áreas protegidas es decisiva. Pero esto no evitará la
influencia de factores como el cambio climático o la contaminación
arrastrada por el aire y el agua. Además, la continua pérdida de
terreno que experimentan las áreas naturales significa que
probablemente exigirán una gestión más activa para mantener sus
funciones ecológicas: control de especies exóticas, manipulación de los
niveles de agua en los humedales, incendios periódicos controlados en
hábitats forestales, entre otros. Esta clase de intervenciones son
6
7. siempre peligrosas, pues todavía desconocemos el funcionamiento de
la mayor parte de los ecosistemas.
El control de la contaminación y de la emisión de gases de invernadero
exigirá adoptar medidas a escala mundial; también requiere medidas
coordinadas de este tipo la interrupción del deterioro de las pesquerías
marinas por sobrepesca. En última instancia, la solución estriba en
controlar el crecimiento de la población humana y en adoptar una
postura mucho más restrictiva en cuanto al uso de recursos naturales y
energía.
LO QUE NOS DICE LA IGLESIA SOBRE LOS TEMAS DEL
MEDIO AMBIENTE
El nuevo Compendio de Doctrina Social de la Iglesia dedica un capítulo
entero a temas medioambientales, reconociendo su creciente importancia.
Se anima a los cristianos a considerar el medio ambiente con una actitud
positiva, para evitar una mentalidad de desprecio y condena, y reconocer
la presencia de Dios en la naturaleza. Los EAS no podemos ser extraños a
estas inquietudes.
Debemos ver el futuro con esperanza, sostenidos por la promesa y el
compromiso que Dios renueva continuamente. La naturaleza, la obra de la
acción creativa de Dios, es nuestra amiga. El hombre debe cuidar toda la
creación. La relación del hombre con el mundo es parte constitutiva de su
identidad humana. Esta relación es a su vez el resultado de otra relación
aún más profunda con Dios.
Jesús hace uso de los elementos naturales en muchos de sus milagros y
recuerda a los discípulos la providencia de su Padre. Jesús es un
caminante que recorre los caminos de su tierra como buen sembrador que
riega cosechas de buenos frutos. Asociamos su vida pública con el paisaje.
Han pasado muchos años y estamos en una época en que domina el
crecimiento, la vida urbana y la ciencia y la tecnología. Para nosotros los
cristianos, un punto central de todo uso científico y tecnológico es el
respeto por los hombres y mujeres, que debe acompañarse también de la
necesaria actitud de respeto por todas las criaturas vivas. Por lo tanto,
nuestro uso de la tierra no debería ser arbitrario y es necesario que esté
inspirado por un espíritu de cooperación con Dios.
Olvidar esto suele ser la causa de acciones que dañan el medio ambiente.
Reducir la naturaleza a términos utilitarios, suele acompañarse por la falsa
idea de que sus recursos son ilimitados, llevando a considerar el desarrollo
7
8. en una dimensión meramente material, en la que se da el primer lugar al
hacer y tener en vez de al ser.
Si es necesario que evitemos el error de reducir la naturaleza a términos
meramente utilitaristas, según el cual sólo es algo que hay que explotar,
también es necesario que evitemos irnos al otro extremo haciéndola un
valor absoluto. Una visión ecocéntrica o biocéntrica del medio ambiente
cae en el error de poner a todos los seres vivos al mismo nivel, ignorando
la diferencia cualitativa entre los seres humanos, basada en su dignidad
de personas humanas, y otras criaturas.
La clave para el equilibrio es mantener una visión trascendente. Actuar de
modo más responsable hacia el medio ambiente resulta más fácil cuando
recordamos el papel de Dios en la creación. La cultura cristiana considera
las criaturas como un don de Dios, que debe cuidarse y salvaguardarse. El
cuidado del medio ambiente también entra dentro de la responsabilidad de
asegurar el bien común, por el que la creación se destina a todos. Además
es importante caer en cuenta que tenemos una responsabilidad con las
generaciones futuras.
LOS EAS DEL VALLE DE ABURRÁ Y LA CIUDAD
Vivimos en un hermoso Valle rodeado de montañas verdes y altivas, en
unos asentamientos urbanos impresionantes y dinámicos. Los EAS
tenemos la oportunidad de mirar la ciudad desde una nueva perspectiva,
de observarla en sus cambios, en sus vibraciones, en su historia, en sus
cuentos, en su futuro. Es una oportunidad para que nos enamoremos de
nuestro entorno y para que ponderemos las posibilidades que tenemos
para hacer de él algo más amable y digno.
Es una oportunidad para que ponderemos la cuestión de compartir los
recursos de la tierra. Dios ha creado los bienes de la tierra para que sean
usados por todos, y deben ser compartidos de modo equitativo, de
acuerdo a la justicia y la caridad.
Los problemas ecológicos suelen estar conectados con la pobreza, con
gente pobre incapaz de abordar problemas como la erosión de las tierras de
cultivo, debido a sus limitaciones económicas y tecnológicas. Muchos
pobres viven en suburbios urbanos, afligidos por la polución. Podremos
observar que el hambre y la pobreza hacen más difícil evitar una
explotación intensiva y excesiva del medio ambiente.
Podremos ponderar sobre los estilos de vida que son más apropiados. A
nivel individual y comunitario, deberíamos buscar las virtudes de la
8
9. sobriedad, la templanza y la autodisciplina. Necesitamos romper con la
mentalidad basada en un mero consumo, además de ser conscientes de
las consecuencias ecológicas de nuestras elecciones.
Podemos cultivar la gratitud y el aprecio y una actitud de apertura y
enamoramiento hacia un mundo que revela el misterio de Dios que lo ha
creado y lo sostiene. Redescubrir este significado profundo de la
naturaleza no sólo nos ayuda a descubrir a Dios, sino que también es la
clave para actuar de modo responsable de cara al medio ambiente.
Cómo llevar los ecosistemas urbanos a situaciones más
equilibradas.
El Valle de Aburrá no es extraño a los movimientos e influencias que
provienen de otras ciudades o áreas urbanas en las cuales se han logrado
gestiones urbanas de gran calidad. Uno de los casos más conocidos es el
de la ciudad de Curitiba en Brasil, que se ha considerado un es un
ejemplo de gestión urbana adecuada y sostenible, por más de veinticinco
años. En esta ciudad se desarrolló un sistema de transporte público para
conectar las zonas de las afueras con el centro de la ciudad a través de
cinco caminos principales. Como resultado, se disminuyó la
contaminación, se estimuló el crecimiento económico y se redujo el
número de vehículos que se utilizaban para ir a trabajar. Además, Curitiba
ha logrado tener un área verde por persona dos veces mayor que la
recomendada por la Organización Mundial de Salud (OMS). Esta
experiencia ha servido para demostrar que si se quiere planificar mejor las
ciudades teniendo en cuenta el rápido crecimiento de la población es
necesario tener el firme compromiso del gobierno y el apoyo de los grupos
de ciudadanos para realizar y poner en vigencia el ordenamiento
territorial.
Otra ciudad brasileña exitosa, en este caso, en el manejo de residuos
sólidos es la ciudad de Porto Alegre. Desde 1989, se adoptó un modelo de
gestión integrado de residuos sólidos, que privilegia el desarrollo de
presupuestos participativos, así como la recolección y el tratamiento
selectivo de residuos sólidos. También destacan las actividades de
educación ambiental y el reconocimiento del trabajador de limpieza
urbana como un ciudadano digno.
La calidad de vida desde el punto de vista del ciudadano.
Nuestro mundo parece reducirse a medida que las influencias globales se
dejan sentir con fuerza en todos los puntos del planeta. Estas influencias,
sin embargo, pueden producir el paradójico efecto de hacer sentirse a la
gente menos conectada o menos importante en un esquema más amplio
9
10. de acontecimientos. ¿Quiénes forman nuestra comunidad? ¿Dónde nos
sentimos "en casa"? ¿Cómo soñamos y esperamos que sean nuestras
comunidades?
¿Qué crea una comunidad? Al definir los límites físicos o geográficos
dentro de los que la gente vive, una comunidad puede comprender desde
una región de un país hasta un barrio determinado dentro de una ciudad.
En sentido psicológico, el término comunidad se puede utilizar para
expresar el sentimiento de permanencia o participación que las personas
tienen como resultado de compartir intereses o experiencias comunes.
¿Qué haría falta para nuestros pueblos y ciudades se convirtieran
realmente en nuestras comunidades en el sentido psicológico del término?
¿Cómo podríamos hacer encajar de una forma eficaz los límites físicos de
nuestras comunidades con los sentimientos psicológicos de pertenencia?
Si las personas tuvieran un sentido de pertenencia y pudieran establecer
diferencias en la calidad del lugar donde viven ¡cuánto más fuertes y
vibrantes serían nuestras comunidades!
Nuestras comunidades deben hacer frente a aspectos complejos –
desempleo, crimen, pobreza, demandas educativas-. Las necesidades de
una comunidad cambian, con frecuencia, mucho más rápido que la
capacidad de respuesta que generan procesos realizados siguiendo
métodos normales. Los procesos que afectan a los resultados son
complicados e interactivos. La salud y estabilidad de nuestras
comunidades dependen de la capacidad que tengan todos los miembros
que la forman –gobierno, sector privado y ciudadanos- para anticiparse y
responder eficazmente a los asuntos complejos y no limitarse a reaccionar
a diario ante los acontecimientos que vayan surgiendo. Sin duda, esto se
vería favorecido en gran medida por una visión clara de lo que los
ciudadanos desearían.
El aumento de un compromiso ciudadano activo que defina, valore y
evalúe las medidas encaminadas a mejorar la calidad de vida en las
comunidades asegura un rico potencial en la promoción y en la
consecución de las mejoras comunitarias.
¿Cuáles son los mejores indicadores de la calidad de vida de una
comunidad?
Los indicadores de una comunidad "hacen referencia a las medidas de tipo
local que incluyen las tres dimensiones necesarias para construir una
comunidad saludable –económica, medioambiental y social-. Los
indicadores comunitarios intentan presentar una visión completa y precisa
10
11. de la vida en una zona que la gente considera su hogar. Ayudar a aclarar
las conexiones –y presentan esta información en un formato claro y
convincente que cualquiera puede entender".
Los mejores indicadores comunitarios son aquellos que aglutinan
esperanzas colectivas y planes para la comunidad en cuestión. Son
individuales a ese lugar, a sus preocupaciones, a las energías, fuerzas y
necesidades de los habitantes de esa comunidad en particular.
¿Cómo crear con éxito una comunidad?
La Fundación Amherst H. Wilder ha buscado en la literatura la información
que permita crear una habilidad o capacidad comunitaria dando como
resultado un "fortalecimiento de los lazos sociales y psicológicos con el
lugar y con otros residentes, y no la simple efectividad en la consecución
de objetivos". Encontró que las comunidades tenían más posibilidades de
éxito si:
Tenían residentes que reconocían la necesidad de algún cambio y lo
iniciaban ellos mismos (en vez de que se les impusieran).
Pertenecían a áreas geográficas pequeñas que permitían una
planificación y unas implementaciones más sencillas.
Contaban con organizaciones y personas cooperativas y flexibles en
la resolución de problemas y abiertas a la discusión de los mismos.
Tenían un alto grado de interrelación antes de que se iniciara el
proyecto.
Existían en la comunidad miembros reconocidos como líderes.
Habían obtenido éxitos anteriores en proyectos de construcción
comunitaria.
Además la Fundación Wilder explicó que el propio proceso de construcción
comunitaria se veía favorecido si:
Animaba a una amplia participación.
Contaba con buenos métodos de comunicación.
No había competencia entre las organizaciones comunitarias ya
existentes.
Permitía a la gente desarrollar prioridades y planes de grupo.
11
12. Beneficiaba claramente a mucha gente.
Estaba enfocado tanto al proceso como al producto.
Relacionaba a sus miembros con otras organizaciones.
Empezaba con actividades sencillas antes de progresar hacia otras
más complejas.
Recogía información y analizaba hechos de una manera sistemática.
Incorporaba prácticas de habilidades y creación de comunidades
para sus participantes.
Implicaba desde el principio a organizaciones de comunidades con
reputación y más experiencia.
Utilizaba asistencia técnica para mejorar la competencia de sus
miembros.
Favorecía la aparición de nuevos líderes.
Contaba con residentes que controlaban las decisiones,
especialmente las relacionadas con la financiación.
Mantenía un equilibrio entre los recursos internos y externos.
Las características que, según el estudio de Wilder, garantizaba el éxito de
los organizadores de la construcción comunitaria eran:
Tener un amplio conocimiento de la comunidad y un deseo sincero
de bienestar para ella.
Estar refrendados por miembros de la comunidad.
Tener experiencia en organizaciones comunitarias.
Mostrar un alto grado de flexibilidad y adaptabilidad.
Reflexionar sobre estas tres listas puede ser útil para que los EAS
visualicemos el estado de nuestra gran comunidad, la ciudad, el barrio,
para que detectemos dónde hay una necesidad de recursos y energía para
ampliar y fortalecer la construcción comunitaria. Los EAS podemos
contribuir con nuestro liderazgo, en la medida de lo posible.
En esta forma podremos contribuir a que en nuestra zona se identifiquen
parámetros de calidad de vida que se conviertan en objetivos
comunitarios, tales como:
Disminuir el porcentaje de personas sin techo.
12
13. Aumentar el porcentaje de la población que vive a una distancia
muy cercana a parques, espacios abiertos, medios de transporte,
servicios elementales, tiendas y carriles de bicicleta.
Aumentar el porcentaje de superficie donde haya pocos o ningún
graffiti.
Reducir las emisiones de dióxido de carbono
Aumentar la limpieza de las quebradas y del ríos.
Reducir el consumo anual de agua per cápita.
Reducir el número de unidades de energía usadas per cápita.
Reducir el peso de residuos sólidos anuales per cápita.
Aumentar el apoyo financiero de capital público y privado anual a las
artes.
Queda pues la invitación a que hagamos algo práctico, a que nos
enfrentemos a la realidad, a que seamos catalizadores.
13