El documento describe cómo los buques pesqueros extranjeros que operan en aguas argentinas arrojan grandes cantidades de pescado muerto al mar, alimentando a poblaciones en aumento de aves como albatros y gaviotas. Cada día, aproximadamente 100 barcos arrojan 10 toneladas cada uno de merluza muerta, lo que suma un millón de kilos de pescado que podría alimentar a un millón de argentinos. Esto ocurre debido a las políticas permisivas y la corrupción que privan a los ciudadanos