La reforma educativa LOMCE introduce evaluaciones externas al final de cada etapa, como exámenes para obtener los títulos de ESO y bachillerato. El último año de ESO se centra en preparar a los estudiantes para el bachillerato o formación profesional. El bachillerato se reduce a cinco modalidades y también incluye una evaluación final. La reforma también modifica la formación profesional básica y media.