La segunda ley de la termodinámica establece que en un proceso conocido se cede calor al sistema de tal manera que la entropía aumenta. Un refrigerador funciona realizando un ciclo termodinámico donde un refrigerante absorbe calor del interior y lo transfiere al exterior, manteniendo los alimentos frescos. Este proceso se basa en la segunda ley, ya que el calor fluye de lo más caliente a lo más frío, requiriendo una fuente de energía para invertir este flujo y crear refrigeración.