El documento habla sobre dos artistas españoles, Francisco de Goya y Pablo Picasso, y su representación del toro en su arte. Goya pintó toros y tauromaquia durante el periodo del romanticismo. Picasso también pintó toros y toreros frecuentemente y se dice que tenía una obsesión con los toros, aunque vivió gran parte de su vida en Francia. Ambos usaron el toro como un símbolo de la cultura española en sus pinturas.