El documento compara a Jesús con la vid y a los creyentes con las ramas, con el Padre como el viñador. Explica que Jesús es amor y que los creyentes son hijos de Dios el Padre, creador de todo, y que al permanecer unidos a Jesús como las ramas a la vid, los creyentes producirán frutos de amor, paz y unidad, resultando en una vida llena de cosas hermosas.