La vocación misionera siempre fue parte fundamental de la visión de Don Bosco para los Salesianos. Aunque al principio se le impidió ir personalmente a las misiones, transmitió su pasión misionera a la congregación y los envió a evangelizar en América, Asia y África. Las misiones han ayudado a universalizar el carisma salesiano y son un aspecto esencial de la identidad de la congregación.