Las aves migratorias se desplazan entre diferentes lugares para continuar su ciclo vital. Existen dos tipos principales de migraciones: invernales, hacia climas más cálidos en invierno, y estivales, hacia climas más fríos en verano. Las migraciones conllevan riesgos como la falta de alimento, agua o refugio. Para realizar sus largos viajes, las aves suelen volar en formaciones que les permiten ahorrar energía.