Dieter ha estado vendiendo polos con estampados ingeniosos y controvertidos a sus compañeros de la universidad y amigos del barrio durante dos años. Ángela, Pedro y Micaela crearon una productora llamada Videotronic S.A.C. y obtuvieron su licencia de funcionamiento después de realizar varios trámites en la municipalidad de Miraflores. Al principio fue difícil obtener clientes, pero después de un mes lograron cinco servicios de filmación y producción de eventos familiares. Micaela se encargaba de la parte administrativa de la empresa y

1. Desde hace dos años Dieter vende polos a S/.20 con
estampados de frases e imágenes ingeniosas y
controvertidas a sus compañeros de universidad y
amigos del barrio de Magdalena del Mar (y a los
amigos de sus amigos también).
Videotronic S.A.C. es finalmente el nombre de la productora que crearon Ángela, Pedro
y Micaela, tras inscribirse en Registro Públicos como empresa y obtener su RUC.

2. Después de varias “idas y venidas” a la Municipalidad de Miraflores, para averiguar sobre
los trámites y presentar papeles, finalmente tendrán la licencia de funcionamiento, para
que empiecen a trabajar en un local alquilado en Miraflores.

3. Al principio, el trabajo fue duro para captar clientes

4. Pero con mucho esfuerzo en el primer mes realizaron cinco servicios de filmación, edición y
post producción de eventos familiares.

5. Por cada servicio emitían una boleta de venta y los ingresos recibidos
inmediatamente se destinaban

6. Al pago de los materiales empleados en la producción, las horas de personal y los gastos que
generaban la oficina de la productora.

7. Luego de cinco meses, finalmente recuperaron la inversión inicial y comenzaron a
percibir ganancias, las que depositaban en la cuenta de ahorros de Micaela

8. Y no en la que abrieron para constituir la empresa, debido a que esta socia se
encargaba de toda la parte administrativa de la Productora.

9. Asimismo, recibía en su cuenta los pagos que algunos clientes realizaban vía
transferencia bancaria.

10. A medida que el negocio crecía, aumentaba también la preocupación de Micaela por manejar
tanto dinero que no era suyo y porque si alguna vez la SUNAT revisara sus movimientos
bancarios, ella tendría que justificar que todo ese dinero no era suyo sino de la empresa.

11. Por otro lado, también pensaba: “¿Y si un día me asaltan o me equivoco en las cuentas?”.

12. Ángela y Pedro confiaban plenamente en Micaela

13. Pero requerían una solución para el manejo del dinero, que no comprometiera
más de lo debido a uno de los socios, ni afectara la transparencia con la que se
venía manejando la empresa.