El documento clasifica las drogas en duras y blandas, aunque esta distinción es imprecisa. Las drogas duras como la cocaína, heroína y alcohol son altamente adictivas y dañinas para la salud, mientras que las drogas blandas como el cannabis son menos adictivas y no presentan un grave riesgo. Luego describe brevemente el crack, la marihuana, la heroína y advierte no probar drogas.