La Tierra gira alrededor del Sol en un año, dividido en cuatro estaciones - primavera, verano, otoño e invierno - determinadas por la inclinación del eje de la Tierra y su posición en la órbita. Cada estación se caracteriza por cambios en la temperatura, duración del día y la noche, y fenómenos naturales como el florecimiento de las plantas, el calor del verano y la caída de las hojas en otoño.