1. LAS MARIPOSAS
Tengo tres años y cada día me encuentro con algo desconocido. El otro día
paseaba por el campo con mi abuelo y nos encontramos con un charco de
agua lleno de unos animales de muchos colores que si tratabas de cogerlos
salían volando.
Nieto: ¿Qué animales son estos? Pregunté a mi abuelo.
Abuelo: Se llaman mariposas.
Nieto: Yo no las había visto nunca.
Abuelo: Es que solo las verás a partir de la Primavera.
Nieto: Y, eso porqué.
Abuelo: Porque es cuando nacen.
Nieto: Y, como nacen.
Abuelo: De verdad quieres conocer como nacen las mariposas
Nieto: Pues claro que quiero
Abuelo: La mejor manera de explicártelo es buscando una planta en donde
se reproducen.
Nieto: ¿Qué se reproducen en una planta?
Abuelo: Sí, las mariposas hembras ponen huevos en las hojas de distintas
plantas
Nieto: Abuelo, me estás liando, antes de seguir, explícame lo de las
mariposas hembras, lo de los huevos y lo de las plantas.
Abuelo: Vayamos por partes. Hay mariposas hembras y mariposas machos,
igual que hay hombre y mujeres. Una forma fácil de distinguir la mariposa
hembra de la macho es que las hembras son más grandes que los machos y
las antenas de los machos son más complejas que las de las hembras, como
si tuvieran varias antenas.
Nieto: Esto ya lo he entendido, ahora explícame lo de los huevos y lo de las
plantas
Abuelo: El nacimiento de una mariposa tiene tres etapas. La primera es
cuando la mariposa hembra deposita los huevos diminutos encima de hojas
o tallos de plantas como la morera, naranjos, zanahorias, perejil, tomates.
Y, lo hace a lo largo del verano.
Nieto: ¿Qué pasa después de depositar el huevo en la planta?
Abuelo: Antes de contestarte, busquemos alguna de las plantas que te he
dicho antes.
Nieto: Estuvimos caminando un rato y al lado del camino había una
morera. ¡Abuelo, eso es una morera verdad!
Abuelo: Cierto, acerquémonos haber si tenemos suerte y vemos algún
gusano.
Nieto: Querrás decir algún huevo.
2. Abuelo: No, he dicho bien, algún gusano. Los huevos son tan diminutos
que no los apreciamos.
Nieto: Y, ¿qué tienen que ver los gusanos?
Abuelo: Los huevos los depositan las mariposas a lo largo del verano y en
otoño se convierten en larvas u orugas en forma de gusanos con rayas y
colores que van creciendo durante todo el invierno, cambiando su piel tres
o cuatro veces a medida que se hacen más grandes. A mitad del invierno
comienza la etapa de la transformación de la oruga en mariposa, durante la
cual se deshacen los tejidos de la oruga y las estructuras del insecto están
formadas. A esta etapa se le llama crisálida, que tiene forma de bellota y
adquiere colores marrones o verdes para camuflarse entre las hojas.
Nieto: Abuelo, en esa hoja de la morera hay unas cosas que parecen
bellotas pequeñas.
Abuelo: Bien visto, ahí tenemos varias crisálidas que están a punto de
llegar a la tercera etapa. ¿Te figuras cual es la tercera etapa?
Nieto: Pues claro que sí, cuando sale la mariposa.
Abuelo: Muy bien, ¿volvemos al pueblo?
Nieto: Sí, pero tengo más preguntas.
Abuelo: Tú dirás
Nieto: Me ha llamado la atención que haya mariposas de tantos colores.
Abuelo: Tiene su explicación. Además de ser bonitos y llamar la atención
como te ha ocurrido a ti, tienen su función.
Nieto: ¿Qué función?
Abuelo: Las mariposas y las larvas tienen sus enemigos como son los
murciélagos, pájaros y arañas que se los comen. Entonces para defenderse
sacan colores brillantes que son un aviso de mal sabor para sus enemigos.
Otras veces, tienen colores muy parecidos a los de las plantas que sirven
para esconderse y otras veces ese color brillante se utiliza para atraer algún
compañero o compañera.
Nieto: Abuelo, ¿las mariposas son buenas o son malas?
Abuelo: En general son buenas, pues además de ser bellas, dan comida a
otros muchos animales, llevan el polen de un sitio a otro y mantienen el
control y crecimiento de las plantas. Solamente son malas cuando llegan a
ser muchas y se comen las cosechas.
Nieto: Abuelo, me gustaría llevarme unos gusanos para que nacieran las
mariposas en mi casa.
Abuelo: Pues, si te parece te cuento como lo hacía yo cuando era pequeño.
Lo primero que hacía era llevarme al campo una caja de zapatos a la que le
hacía unos agujeros. Cuando estaba delante de la planta donde estaban los
gusanos, cortaba toda la rama donde estaban las orugas y la metía dentro de
la caja de zapatos para que tuvieran bastante comida y que fuera fresca. En
casa la dejaba en la terraza para que tuvieran luz y aire. Y, de vez en
3. cuando le llevaba una nueva rama de la misma planta para que la comida
siguiera siendo fresca.
Nieto: Abuelo, ¡qué bien me lo he pasado! Mañana volvemos y cogemos
unas orugas para que nazcan las mariposas en mi casa como tú hacías
cuando eras pequeño.
Y, como no podía ser de otra manera, al día siguiente me acompañó mi
abuelo a por los gusanos.
Moraleja: Abuelo y nieto, pareja perfecta.
Gabriel Catalán López (2012)
gabrielcatalan1@hotmail.com