Alberto Fujimori y Augusto B. Leguia fueron dos presidentes peruanos que gobernaron de manera autoritaria y centralizaron el poder. Ambos llevaron a cabo proyectos de infraestructura a gran escala pero también fueron acusados de corrupción. Sus gobiernos terminaron de manera abrupta, Fujimori huyó del país y Leguia fue derrocado por un golpe militar.