En el país de los números, los números del 0 al 9 vivían contentos pero sin apellidos. El 1 propuso que cada uno tuviera como apellido el número de unidades que representaban, como "una unidad". Más tarde, el 1 y el 0 se unieron para formar el 10, descubriendo que era divertido unirse de a pares, y el 10 propuso llamarse "decena". Finalmente, todos acordaron que cuando estén unidos usarían "decena" como apellido, y agregarían el número de unidades restantes.