Este documento analiza el concepto de lector compulsivo, definido como aquellos que sienten un intenso deseo de leer constantemente y nunca tienen suficientes libros. Explora tanto las ventajas como las desventajas de ser un lector compulsivo, señalando que mantienen viva la industria editorial pero a veces leen de forma ansiosa en lugar de disfrutar cada frase.
2. ¿Cómo se llega hacer un lector compulsivo?
“La importancia de leer va más allá de lo meramente académico, ya que la
lectura es un instrumento fundamental para el crecimiento personal y social de los
individuos. Así, se ha comprobado que la lectura estimula la convivencia y las
conductas sociales integradas, contribuye a aumentar el vocabulario, fomenta el
razonamiento abstracto, potencia el pensamiento creativo, estimula la conciencia
crítica, etc. Pero, además, la lectura es una fuente inagotable de placer. Desde
esta perspectiva, el fomento de la lectura es y debe ser una prioridad de todo
sistema educativo”. (MECD, 2000).
La experiencia lectora, no consiste sólo en lo que descubrimos en las
páginas de los libros, ni en las imágenes que se van formando en nuestra mente a
medida que vamos descifrando esos símbolos convencionales que llamamos
escritura.
Ahora bien existen distintos tipos de lectores pero en estas páginas
analizare al lector compulsivo, para ello es importante saber:
¿Qué es un lector compulsivo?
Son todos aquellos que tienen un deseo intenso de leer, es decir no pueden
durar un día sin leer una buena historia así sea corta, además nunca tendrán libros
suficientes siempre quieren más para poder imaginarse un nuevo mundo con
historias con las que se identifican o quisieran identificarse.
El lector compulsivo mantiene la industria editorial viva. Es el lector que
engancha una lectura con otra y que no puede estar sin leer libros. Puede que se
dedique a un solo género o que sea un lector omnívoro que devora toda lectura
que cae en sus manos, da igual.
Este es el tipo de lector que no tiene una pila de libros pendientes, sino
estanterías de libros pendientes de leer. Los lectores de este tipo, tienden a
asociarse y recomendarse lecturas.
3. Si no ubicamos el tema de las Compulsiones: Son conductas repetitivas
que son producto de un pensamiento recurrente (generalmente irracional) y
generan ansiedad cuando no son realizadas en el orden establecido.
Cabe destacar que ser un "lector compulsivo" en la mayoría de los casos no
es culpa suya directamente, más bien podría entenderse a las editoriales y sus
fechas de publicación como los causantes de estas circunstancias.
Cuando un lector se encuentra con libros de más de un tomo su vida da un
cambio, y suele escucharse cosas como “necesito que George R. R.
Martin publique pronto el nuevo libro' o 'ya era hora de que lo publicara” son el pan
nuestro de cada día.
El lector acostumbrado a las historias de un solo volumen se ve engullido
por las sagas, y su necesidad de conocer lo que sigue de la narración puede llegar
a límites inusitados.
En algún momento de la vida hemos de encontrarnos con personas así,
devoradores de letras que pierden el entusiasmo por la degustación de la palabra
y solo desean aplacar el Efecto Zeigarnik (la tendencia a recordar tareas inacabadas
o interrumpidas con mayor facilidad que las que han sido completadas); pero también
hemos de encontrarnos con lectores de hábito, de pasión, que se embarcan en
sagas buscando un universo en el cual retozar plácidamente mientras se espera
un servicio o durante momentos de ocio.
¿Qué ventajas tiene ser un lector compulsivo?
Leer abre las puertas a infinidad de mundos que no son el nuestro y permite
vivir -por persona interpuesta- aventuras que probablemente nunca estarán
a nuestro alcance.
Tienen buena redacción coherencia, cohesión, ortografía.
Amplía el horizonte.
4. Educa la sensibilidad.
Se desconecta del mundo y es una persona soñadora, entre muchas otras
cosas…
¿Qué desventajas tiene ser un lector compulsivo?
Leer en la mesa, en las aulas, en el sofá, deja de ser una actividad relajada
y da paso a una forma de presión autoimpuesta que no permite paladear
cada frase, sino que convierte al lector en un individuo famélico que lee
porque 'debe terminar ese libro para continuar con el siguiente', saltándose
así párrafos enteros porque no considera que haya contenido relevante allí.
Si el mercado nos transforma en lectores compulsivos, es que algo estamos
haciendo mal, ya que la lectura en sí misma es sinónimo de paciencia y
calma, la ansiedad de una compulsión aplicada a la lectura no debe ser
bien recibida, al contrario, el acto de leer y una conducta compulsiva
deberían estar tan alejados el uno del otro como sea posible.
Leer no da sueño, leer nos da sueños
(Lema del lector)