El documento describe el liberalismo y el romanticismo en la primera mitad del siglo XIX. El liberalismo adquirió un carácter revolucionario impulsado por la burguesía y los obreros, aunque limitaron el derecho al voto. Los socialistas y anarquistas criticaban las contradicciones del liberalismo. El romanticismo fue la principal expresión artística que reflejaba la nueva sociedad europea a través de la naturaleza, los sentimientos individuales y los nuevos símbolos.