La insulina es una hormona que controla el nivel de azúcar en la sangre y permite que la glucosa entre a las células para producir energía. Sin insulina, las personas se enferman gravemente. En 1921, los doctores Banting y Best aislaron insulina de perros que podía usarse para tratar a personas. Ahora, la ingeniería genética permite producir insulina humana insertando genes humanos en bacterias, lo que genera grandes cantidades de insulina pura y segura para tratar la diabetes.