La revolución francesa llevó a la creación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 para establecer los derechos fundamentales del pueblo, como la libertad y la igualdad. La declaración surgió de los escritos de filósofos como Voltaire y Rousseau y de los deseos del pueblo de terminar con la tiranía y la ignorancia. La nueva asamblea legislativa trabajó junto al rey para elaborar leyes de acuerdo con la nueva constitución.