La independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa y los eventos en Chile a inicios del siglo XIX llevaron ideas ilustradas de libertad y democracia a América. La Revolución Francesa derrocó a la monarquía absoluta e instauró una república basada en la soberanía popular. En 1810, Chile estableció su Primera Junta de Gobierno inspirada en estos ideales, buscando autogobierno al igual que las colonias norteamericanas.