Un expositor da una lección a una audiencia de 200 personas usando un billete de $100. Él arruga, pisa y ensucia el billete para demostrar que el valor intrínseco de las personas no depende de su apariencia u otras circunstancias, sino de sus acciones y conocimiento. Al final, el expositor hace que la audiencia recuerde personas que los han ayudado en vez de famosos, para enfatizar que los que marcan nuestras vidas no son los que tienen éxito o premios, sino los que se preocupan por nosotros
13. El expositor miró a
la audiencia y les
dice que va a
explicar lo siguiente:
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14. “No importa lo que
yo haga con el
dinero. Ustedes
continuarán
queriendo este
billete, porque no
pierde el valor.”
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15. “Esta situación
también pasa con
nosotros... Muchas
veces, en nuestras
vidas, somos
aplastados,
pisoteados y
sentimos que no
tenemos
importancia.”
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16. “Pero eso no
importa. Jamás
perderemos nuestro
valor.
Sucios o limpios,
aplastados o
enteros, gordos o
flacos, altos o bajos,
¡nada de eso
importa!...”
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17. “¡Nada de eso altera
la importancia que
tenemos!... El valor
de nuestras vidas no
se da por lo que
aparentamos ser,
sino ¡por lo que
hacemos y
sabemos!...”
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18. “¡Nada de eso altera
la importancia que
tenemos!... El valor
de nuestras vidas no
se da por lo que
aparentamos ser,
sino ¡por lo que
hacemos y
sabemos!...”
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36. Permíteme darte una
ayuda...
Tú no estás entre los
famosos, sino entre
aquellos que yo
recuerdo con cariño,
¡para mandar este
mensaje!
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