La versión romana cuenta que en el siglo V, cuando el Imperio romano cayó a manos de los bárbaros, el último emperador Rómulo Augustulo y su consejero Ambrosino huyeron a Gran Bretaña, donde encontraron la espada mágica Excalibur. Rómulo terminó siendo el rey Pendragón y padre del rey Arturo, mientras que Ambrosino resultó ser el mago Merlín.