Los riesgos son parte de la vida cotidiana y pueden ocurrir en el trabajo, el hogar y en público. Para controlar los riesgos, primero deben ser evaluados para desarrollar alternativas como controlarlos, mitigarlos, reducir sus consecuencias, desplazarlos o ignorarlos. Tanto individuos como empresas, organizaciones y el Estado deben analizar y evaluar los riesgos para proteger la salud y seguridad de las personas. El Estado juega un papel clave en la mitigación de riesgos internos y externos que podrían