El documento define la lúdica como una capacidad humana que fomenta el desarrollo psicosocial a través de actividades placenteras como el juego y la creatividad. Explica que el juego es uno de los formatos en que se manifiesta la lúdica y promueve el aprendizaje. También discute la relación entre las ciencias sociales, el aprendizaje y el juego, argumentando que el juego es espontáneo e intrínsecamente placentero para los niños, a diferencia del trabajo o el arte que tienen fines definidos.