Un mal jefe puede tener un costo inaceptable para una organización debido a que carece de las habilidades de liderazgo necesarias. De acuerdo con Platón, los mejores y más sabios deberían ser los que gobiernan, pero ahora muchos directivos de alto nivel solo transmiten presión a los empleados para aumentar dividendos en lugar de definir una filosofía y estrategia a largo plazo. Un buen jefe debe lograr mucho a través de sus colaboradores usando buen liderazgo y competencias gerenciales.