Este documento propone un nuevo enfoque estratégico para lograr ciudades más accesibles, sostenibles y con un sistema de transporte equilibrado. Plantea reducir la necesidad de viajes motorizados, ofrecer alternativas de transporte público de calidad y aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia del transporte. Además, aboga por un proceso participativo a largo plazo que coordine las políticas sectoriales y cuente con apoyo multipartidista para garantizar la permanencia de estos objetivos.