El documento habla sobre la vocación cristiana de seguir a Jesús y continuar su misión de misericordia a través de obras y palabras. La Iglesia cumple esta misión a través de organizaciones como Manos Unidas y Cáritas que no solo alivian la pobreza sino que también promueven el desarrollo y la justicia. El autor concluye preguntando a qué cada uno siente llamado y citando la respuesta de Isaías a Dios: "Aquí estoy, mándame".