La marcha atlética es una disciplina deportiva en la que los competidores caminan muy rápido sin correr, manteniendo la rodilla recta desde el primer contacto del pie con el suelo hasta que la pierna está en posición vertical. Los jueces advierten a los atletas cuando corren el riesgo de incumplir esta regla y pueden ser descalificados si se les da una segunda advertencia por la misma infracción o si abandonan el circuito designado.