introducción
El pensamiento que tenia Heidegger combina por un lado, con una nueva interpretación de la metafísica en la contemporaneidad y por otro lado , la reflexión existencial en la cotidianidad del ser humano. Su filosofía corresponde a la analítica existencial del ser-ahí, que se caracteriza por expresarse mediante un complejo sistema lingüístico.
introducción
El pensamiento que tenia Heidegger combina por un lado, con una nueva interpretación de la metafísica en la contemporaneidad y por otro lado , la reflexión existencial en la cotidianidad del ser humano. Su filosofía corresponde a la analítica existencial del ser-ahí, que se caracteriza por expresarse mediante un complejo sistema lingüístico.
Ensayo que hice en la noche de favor a una conocida.
No sé nada de filosofía, así que espero entiendan que sólo fue una ayuda.
Recomiendo bastante este video:
https://www.youtube.com/watch?v=pkcr0XUitR8
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LA OBRA de Erich Fromm constituye un cuidadoso análisis de los aspectos psicológicos de
la crisis de nuestro tiempo y un esfuerzo por desentrañar
en el origen mismo de la sociedad moderna sus
profundas y lejanas raíces. ESTE LIBRO aborda la estructura del carácter del hombre moderno
y el significado que tiene para el la libertad.
En este libro, Fromm analiza la situación del hombre en la moderna sociedad industrial y la paradójica noción de libertad/esclavitud que se produce al liberarse de los vínculos de la sociedad tradicional, cayendo preso de las nuevas trampas del consumo y la estandarización cultural. Los ensayos de Erich Fromm son un referente del humanismo cultural del que han disfrutado innumerables generaciones de lectores. El miedo a la libertad es un análisis de la sociedad de consumo cuya lucidez y profundidad siguen vigentes en la actualidad.
Dependencia afectiva, diferencia entre dependencia y codependencia, fortalecimiento y conocimiento de la persona, abordajes cognitivo, sistémico y logoterapéutico
áreas de aplicación clínica de la terapia de conducta, desensibilización sistemática, implosion, exposición imaginaria, exposición en vivo, etc.utiles para ansiedad, depresión, tics, fobias, consumo de sustancias, problemas de pareja, etc.
2. +
Contexto Histórico:
Las coordenadas esenciales de la obra de Maurice Blondel han de buscarse en la precedente
experiencia religiosa de su autor. Durante sus años de estudio, había sido dolorosamente
impresionado por la indiferencia religiosa de vastos sectores de la intelectualidad francesa,
cuyo rigor científico y afán intelectual compartía, y con los cuales quiere entablar un diálogo
filosófico que les lleve a plantearse con hondura las cuestiones religiosas.
Junto a esas preocupaciones apologéticas, y, en gran parte, por encima de ellas, L'Action
procede también de una intención filosófica estricta. En un ambiente saturado de cientifismo
positivista y de idealismo neocriticista, Blondel se propuso rehabilitar el análisis reflexivo,
como paralelamente comenzaba a intentarlo Henri Bergson, no ya del fenómeno de la
conciencia, sino de la realidad más concreta e inmediata dada a nuestra experiencia, la
acción. Describir su génesis y desarrollo, develar sus condiciones e implicaciones, trazar su
sentido y sus exigencias, es en síntesis el proyecto blondeliano.
Maurice Blondel es, después de Henri Bergson, la figura más original e interesante de la
filosofía francesa contemporánea. Blondel representa dentro del pensamiento católico una
modalidad que se ha llamado «pragmatista» —en sentido bien distinto del pragmatismo
inglés y americano— o «activista», o mejor aún, filosofía de la acción.
3. +
Biografía y Obras:
1861: Maurice Blondel nace en Dijon, en el seno de una antigua
familia borgoñona de raíces profundamente católicas.
1881: Estudia en la École Normale Supérieure. Su primera
formación filosófica, realizada bajo la influencia de A. Bertrand,
seguidor del pensamiento de Maine de Biran y de H. Joly, se va
profundizando en la escuela de Emil Boutroux y, sobre todo, de L.
Ollé-Laprune. Obtuvo la Licencia en Letras y el Bachillerato en
Derecho.
1884: Comenza a ejercer la docencia, pero pronto se retira para
preparar su tesis doctoral sobre la acción humana y su sentido,
tema y perspectiva inéditos en la filosofía francesa de la época.
1893: El 7 de junio presenta en la Sorbona su tesis doctoral, titulada
“L'Action. Essai d'une critique de la vie et d'une science de la
pratique”. [Esta será conocida como “la primera acción”, pues mas
adelante la refundirá totalmente en otros dos volúmenes].
4. + 1894: El ambiente académico, dominado por lavalor filosóficamente no
está dispuesto a acoger tesis que afirmaran el
tradición positivista,
decisivo de la práctica cristiana. La discusión del 7 de junio,
extraordinariamente animada, fue una prueba de ello. Blondel no salió
de ella derrotado en modo alguno, pero no dejaron de hacerse sentir
las consecuencias en el terreno práctico:
Se le negaba el puesto de profesor.
1895: Gracias a la activa intervención de Boutroux, el ministro de
Instrucción Pública, R. Poincaré, arregló que se le quitara el veto, y
Blondel fue nombrado "maître de conférences" en la Universidad de
Lille, para pasar, al año siguiente, a la de Aix-en-Provence, donde
enseñaría ininterrumpidamente hasta 1927, y donde permanecería el
resto de su vida. Ningún otro episodio caracterizará su vida, consagrada
por completo al estudio y a la enseñanza, en continua lucha con su
endeble naturaleza y, en los últimos años de su vida, contra la ceguera.
En los 20 años siguientes a “L'Action”, Blondel trabaja afanosamente en
una línea apologética de su obra. La sucesión de sus otros trabajos
sigue el ritmo del paso de los años.
5. Dos nuevas publicaciones fundamentales ven la luz, revelando por completo al
pensador que se asomaba ya en el ensayo La acción:
1896: La “Lettre sur les exigences de la pensée contemporaine en matière
d'apologétique” plantea el problema de las relaciones entre fe y filosofía, criticando al
racionalismo que propicia una «filosofía separada» de toda fe o creencia, y
esforzándose por precisar el camino de una «filosofía cristiana» que evite lo que, a su
juicio, sería una prematura unión entre filosofía y teología.
1904: “Histoire et dogme” En ella quiere encontrar un camino que evite tanto la
pobreza filosófica del historicismo, como una insuficiente valoración del papel de los
hechos históricos en el desarrollo del conocimiento.
Publicó también en este periodo “La Ilusión idealista”, “El principio elemental de una
lógica de la vida moral”, entre otros.)
Los temas candentes y el ambiente perturbado por las experiencias modernas
provocan reacciones vivísimas, de asentimiento y de oposición. La aparición de la
encíclica Pascendi determina una mayor retirada a la meditación. Continúa
participando en la vida cultural y espiritual de su tiempo. Son años fecundísimos de
meditaciones.
Muchos borradores inéditos muestran su constante preocupación por elaborar un
programa de «Apologética integral». Otros artículos, más expresamente filosóficos, se
aplican a detectar la persistencia de ideas religiosas en el sustrato de sistemas
filosóficos modernos: Le christianisme de Descartes (1896), L'évolution du spinozisme
(1894); otros intentan orientar la filosofía hacia un método que venza la antítesis
idealismo-realismo: L'iausion idéaliste (1898), Le point de départ de la recherche
philosophique (1906).
6. 1913 y 1934: Durante estos años, Blondel publica obras que dejan
+ entrever la temática y amplitud de la tarea que emprende:
Un grupo está constituido por artículos de carácter histórico:
L'anticartésianisme de Malebranche (1916),
Le jansénisme et l'antijansénisme de Pascal (1923),
una biografía de Ollé-Laprune (1923),
la reelaboración de su tesis latina Une énigme historique: le
«vinculum substantiale» d'apres Leibniz et l'ébaucht! d'un réalisme
supérieur (1930),
y algunos artículos sobre S. Agustín (1930).
Otro grupo de artículos muestra la constancia de su inquietud por la
filosofía religiosa:
Le probleme de la mystique (1925), y
Le probleme de la philosophie catholique (1932): un volumen con el
cual interviene en la célebre polémica desatada por Bréhier y Gilson
acerca de la filosofía cristiana,
Varios artículos y respuestas a objeciones.
Por último, un tercer grupo de artículos de este periodo responden a
problemas del momento, especialmente de carácter político-social:
Debate acerca de la Acción Francesa de Maurras (1927),
Patrie et Humanité (1928), una contribución importante a la Semana
Social de Francia.
Artículos breves acerca del problema educacional (1929).
7. 1934-1937: Blondel a pesar de sus 73 años, con una salud precaria
+
y una ceguera casi completa, a la cual pronto se añadirá la sordera,
vive tan intensamente como en su juventud:
En un período de
tres años publica su trilogía:
La Pensée - El pensamiento- (2 vol. 1934),
L'Etre et les etres -El ser y los seres- (1935) y
L'Action (2. vol. 1936-37)
A esta trilogía seguirán dos volúmenes sobre “La philosophie et l'esprit
chrétien”, (según algunos autores, formando una “tetralogía”). Estos dos
volúmenes coronan su esfuerzo especulativo de filósofo cristiano.
También estas obras de madurez suscitan discusiones que no rozan, sin
embargo, la ortodoxia de Blondel. Por el contrario, su figura de pensador
cristiano va colocándose progresivamente en un plano de clasicismo, en
tanto que engrosa la escuadra de discípulos, diversamente fieles a su
magisterio.
1949: Muere cuando atendía a la preparación del tercer volumen de “La
philosophie et l'esprit chrétien”, y aparecería en 1950 su último trabajo
con el título de “Exigences philosophiques du christianisme”.
8. +
La acción como punto de partida:
El planteamiento filosófico de Blondel se centra en la pregunta
de si la vida humana tiene sentido y si el hombre tiene un
destino. “Yo actúo sin saber qué es la acción, sin haber deseado
vivir, sin saber quién soy ni si soy. Y, según se nos dice, no puedo,
a ningún precio, conquistar la nada, sino que estoy condenado a
la vida, a la muerte, a la eternidad, sin haberlo sabido ni
querido”. Ahora bien, este problema, inevitable, es
inevitablemente resuelto por el hombre, bien o mal, con sus
acciones.
Blondel quiere abordar la existencia humana en su totalidad, sin
privilegiar ninguno de sus aspectos parciales, como pueden serlo
la voluntad, la razón o los sentimientos. Según este filósofo, la
clave para alcanzar esta visión de totalidad y así superar las
esciciones producidas por la filosofía post-kantiana en su
concepción del hombre, radica en un análisis de la acción
humana.
10. +
La acción como punto de partida:
En la búsqueda de la unidad, de la totalidad de la existencia
humana, y más radicalemtne en la búsqueda del sentido de la
vida, Blondel determina el elemento radical, común a que todo lo
que el hombre conoce, quiere y realiza. Este elemento, que se
presenta al mismo tiempo como el punto de partida de toda
investigación ulterior, es la acción. La acción es el elemento
primero e irreductible de la vida del hombre, a partir del cual
todo lo humano se desarrolla. Con palabras del mismo Blondel:
“La acción es la síntesis del conocer, del querer y del ser, el
vínculo del compuesto humano, que no se puede escindir sin
destruir todo lo que se ha escindido.
Es el punto preciso donde convergen:
el mundo del pensamiento,
el mundo moral y
el mundo de la ciencia.
Si no se unieran en la acción, todo estaría perdido”.
11. +
Acción: Desde la inmanencia
hacia trascendencia:
La filosofía de la acción es una crítica de la vida, que parte de la acción para
alcanzar una visión unitaria del hombre.
Para Blondel toda acción humana es un movimiento originario de la
voluntad, que surge en el interior del sujeto. De ahí que Blondel utilice a
veces la expresión “método de inmanencia” para referirse a su método
filosófico; expresión que no debe confundirse con el “sistema de la
inmanencia”, entendida como cosmovisión cerrada a la trascendencia.
Cuando Blondel alude a la primacía de la inmanencia, está subrayando que la
acción surge en la inmanencia del sujeto, en la interioridad, pero el análisis
mismo de la acción nos indica que es necesario superar la inmanencia hasta
llegar a la realidad y la trascendencia. En este sentido se podría decir que la
visión blondeliana de la acción humana es inmanente.
12. +Acción: Sintética y Dinámica:
La acción también es sintética, porque es fuente de los distintos
aspectos fundamentales de la existencia humana:
· del conocer, · del querer y · del ser
y al mismo tiempo es dinámica porque la acción se manifiesta en su fieri: un elemento
central de la filosofía blondeliana es la explicación de lo que hay de implícito en
cualquier acción humana, mediante un análisis de su dialéctica interior.
Este planteamiento filosófico, realizado desde el punto de vista de la unidad de sentido
de la vida humana, y dado por el análisis de la acción, explica las críticas que Blondel
dirige a todo intento de explicar la realidad humana a partir de un aspecto parcial,
limitado de la acción. Los entes son sobre todo lo que hacen. La filosofía tiene que
«impedir al pensamiento idolatrarse, mostrar la insuficiencia y la subordinación normal
de la especulación, iluminar las exigencias y los senderos de la acción, preparar y
justificar las vías de la fe». De ahí que pretende superar:
El intelectualismo: Independencia total que pretende el pensamiento respecto de la
acción.
El pragmatismo: Que pretende que la acción se explique por sí misma.
El racionalismo: Que supone que la razón es el único juez de la verdad en cualquier
campo.
El fideísmo: Que consiste en la pretención de autosuficiencia de la fe, considerando
que en el ámbito religioso la razón pierde sus derechos.
13. + La finalidad de la acción humana:
Si el carácter sintético de la acción permite a la crítica a los reducccionismos
unilaterales, su carácter dinámico hace que la filosofía de Blondel sea también una
apologética: Un examen racional de los motivos intrínsecos de la religión revelada.
Esta apologética se basa en un análisis de los fines de las acciones.
¿Hacia dónde se dirige la acción?
Con palabras textuales de nuestro autor: “¿Sí o no?,
¿Tiene la vida humana un sentido, y el hombre un destino?”
Según Blondel, un seguimiento atento de la dinámica intrínseca de la acción lleva a la
Trascendencia.
Sin embargo, a lo largo de la historia, esta pregunta ha encontrado respuestas muy diferentes.
Posibles soluciones son las del:
• Dilettanismo: La vida no lleva a a ninguna parte y en consecuencia hay que gozar y jugar. El
dilettante es un egoísta: se ama solo a sí mismo y no encuentra sentido a su existencia superficial.
• Nihilismo: Se identifica con la solución pesimista de Schopenhauer: renunciar a la voluntad de
vivir. Pero no existe ni el concepto ni la voluntad de la nada. En la base de esta actitud se ve que el
pesimismo es un misticismo: deseo de ser el Absoluto, pero la imposibilidad de llegar a serlo.
• Cientificismo: Respuesta que pretende eliminar toda inquietud y toda trascendencia, dando
certezas objetivas. Pero la ciencia no explica la acción, dado que ésta nace de la intimidad del
sujeto, y el objeto de la ciencia no es la intimidad sino los fenómenos.
14. + Acción: Darse a los demás
Trascendencia
Blondel considera que el hombre no es un individuo aislado; el análisis
de la acción demuestra la condición social del hombre. Por eso, una de
las acciones específicamente humanas es el darse, alienarse-para-
reencontrarse: En la familia, en la patria, en la humanidad…. Desde esta
perspectiva, Blondel critica las ideologías modernas –liberalismo,
nacionalismo, marxismo- que desnaturalizan a la persona. Cuando el
hombre se da cuenta que está persiguiendo un ideal que trasciende los
fenómenos, ha entrado en la esfera moral.
Acción: Dinamismo de voluntades
Blondel distingue entre una voluntad de lo concreto, que nunca puede
identificarse con la totalidad. Para Blondel, la tensión que existe entre
estas dos voluntades -que en parte recuerdan las voluntas ut natura
(voluntad del instinto) y la voluntas ut ratio (voluntad de la razón) de la
escolástica- es el motor del dinamismo de la acción. Para alcanzar el bien
hay que superar lo particular, lo concreto, lo contingente: Querríamos
satisfacernos plenamente con esas cosas, pero no logramos hacerlo. La
voluntad auténtica, que busca el absoluto, debe reconocer la presencia
de lo único necesario, Dios.
15. + Acción como problema y solución: la
elección elimina otras posibilidades
La acción como hecho ineludible: La acción es la verdadera solución efectiva
que da el hombre al problema de su vida; por eso se impone su estudio ante
todo. La acción es el hecho más general y más constante de mi vida: más que
un hecho, dice Blondel, es una necesidad, pues hasta el suicidio es un acto. Si
no actúo yo, algo actúa en mí o fuera de mí, casi siempre contra mí. La paz —
dice Blondel— es una derrota; la acción no tolera otro aplazamiento que la
muerte.
La acción como elección: Solo se hace cualquier cosa cerrándose las demás vías
y empobreciéndose de todo lo que se hubiera podido saber o conseguir. Cada
determinación amputa una infinidad de actos posibles. Y no cabe detenerse y
suspender la acción, ni esperar. Por esto no me puedo conducir por mis ideas,
porque el análisis completo no es posible a una inteligencia finita, y la práctica
no tolera retrasos: no puedo diferir la acción hasta llegar a la evidencia, y toda
evidencia es parcial. Además, mis decisiones suelen ir más allá de mis
pensamientos, y mis actos más allá de mis intenciones.
Necesidad de estudiar la acción: Hay que constituir, por tanto, una ciencia de la
acción, -integral- porque todo modo de pensar y vivir, deliberadamente implica
una solución completa del problema de la existencia.
16. + Según Blondel, el sufrimiento es saludable, porque impide aclimatarse al
mundo. Más aún, Blondel ve en la mortificación la verdadera experiencia
metafísica, que permite al hombre alcanzar el ser. El hombre debe
reconocer su imposibilidad de divinizarse. Así el hombre concibe la
posibilidad de un orden sobrenatural; lo sobrenatural es “aquello que es
absolutamente imposible y absolutamente necesario para el hombre”.
Imposible porque está más allá de las propias fuerzas; necesario para
satisfacer su sed de infinito. Sólo la gracia de Dios que viene de lo alto,
podrá saciar esta sed.
¿Qué puede hacer la filosofía de la acción frente a lo sobrenatural? No
puede demostrar su existencia, pero puede mostrar su posibilidad, mostrar
que la hipótesis de lo sobrenatural es necesaria, e indagar las condiciones
de posibilidad del acto de fe. El camino que lleva a la fe es obrar según la
verdad revelada. Siguiendo los pasos de Pascal, Blondel propone un
testimonio existencial del Cristianismo; Fac et videbis.
17. +
Obras más
importantes:
1. La Acción 2. Tetralogía:
• El Pensamiento,
• El ser y los seres;
• La Acción (reelaborada)
• La Filosofía y el Espíritu Cristiano
18. + «L'Action» (1893)
Hemos visto que surgió al soplo de dos inquietudes, la del cristiano y la del
filósofo. Como cristiano, Blondel cree que el hombre está ordenado al fin
sobrenatural de la adopción divina en Cristo. Como filósofo, piensa que la
sola razón, si bien no puede hacer esta afirmación de fe, no puede
tampoco desinteresarse del destino humano: tiene fuerza suficiente para
develar, en la misma descripción del actuar, las implicaciones necesarias
que permitan discernir su dirección y el vacío ineludible que sólo un don
anhelado pero gratuito puede colmar. Por eso asigna a la filosofía un
objeto central de estudio: la acción. En su acepción blondeliana, este
término denota todo el encadenamiento de la actividad humana, desde su
sustrato cósmico y orgánico hasta la síntesis superior del pensar y del
querer. Blondel piensa que así renueva profundamente la problemática
filosófica: en lugar del Pienso cartesiano, del Debo kantiano, o del Quiero
schopenhaueriano, podría decirse que comienza con un «Actúo» para
afrontar el más profundo y universal de los problemas: «¿Sí o no, la vida
humana tiene un sentido y el hombre un destino?» (L'Action, intr.).
19. + El problema y el punto de partida inspiran el método. Para ser estrictamente
filosófico debe versar acerca de lo universal y necesario, esto es, no puede
reducirse a una descripción psicológica (aunque también la asuma), sino que
debe atender a las verdades lógicas trascendentes implicadas en el actuar
humano. De otra parte tampoco quiere desembocar en seguida en un discurso
de orden ontológico, lo que -piensa- sería prematuro. Hay que -dice- diferir toda
afirmación ontológica para elaborar una «crítica de la vida», limitándose
provisionalmente al estudio de los fenómenos, los estados de conciencia y las
nociones que expresan relaciones de interdependencia. Es un método
fenomenológico (Blondel empleó este término en su soutenance: cfr. Études
Blondéliennes, I, 86), descriptivo, que irá ganando densidad ontológica a medida
que las implicaciones de la acción vayan desplegando una «historia natural» y
desembocando en la inevitabilidad de una opción o decisión efectiva de la
práctica, que dará «vida» o «muerte» a la acción al resolverse frente a la última
alternativa a que conduce esta marcha.
El blondeliano es también un método dialéctico. «Sí o no»: ambas posibilidades
son seguidas en todas sus implicaciones lógicas para descubrir sus
significaciones. La dialéctica entre religión y filosofía resulta así, piensa,
enriquecedora para ambas, que aislarlas en dominios herméticamente
separados: «entre la creencia y la ciencia, me ha parecido que hay un punto de
encuentro permanente, es la acción: en ella, los dos órdenes que habían sido
superpuestos, yuxtapuestos u opuestos, se componen en una mutua
compenetración. Al mostrar cómo las verdades más positivas se extraen de la
acción, me preparo a extraer de la acción las verdades trascendentes que están
allí ya inmanentes» (carta a G. Perrot: Lettres Philosophiques, París 1961, 35-36).
Blondel admitió que su método se denominara «de inmanencia», a condición
que se distinguiera absolutamente de la doctrina de inmanencia.
20. + Esta dialéctica lleva a la filosofía, en cierto modo, a negarse a sí misma,
es decir, a reconocer su insuficiencia para la vida. La acción efectiva y
concreta contiene más que la idea, el motivo y el querer de los cuales
broto: este más, a su vez, trae una riqueza aleccionadora imprevista que
repercute en la sabiduría y construye la vida real, «realiza» el ser.
«Conocer no exime de actuar, pero actuar puede dispensar de
conocer». Por este rasgo de su método, Blondel quiere, de una parte,
abrir a un saber meta-filosófico, y de otra dar a la filosofía misma un
carácter «practicante», a constituirlo como un modo de vivir sin que
pierda nada de su rigor y seriedad intelectual. Preludia también el tema
de la dramaticidad de la libertad, que será vulgarizado por los
existencialismos posteriores.
Sigamos ahora la marcha y etapas del pensar blondeliano a través de las
cinco partes de L'Action. Ante todo se enfrenta a la solución negativa
que renuncia de partida a admitir el problema. Blondel tiene en cuenta
aquí al agnosticismo absoluto, al escepticismo y al dilettantismo del
sentir y actuar sin querer nada: pura voluntad expresada en la fórmula
Nolo volle, no quiero querer, que equivale a Volo nolle, quiero no
querer, flagrante contradicción. Por tanto, queremos. ¿Qué debemos o
podemos querer? ¿Podríamos querer la nada? La contradicción de esta
posición es aún más clara: todo pesimismo y aun el acto suicida
implican la afirmación de algo. La solución al problema de la acción, por
tanto, no puede ser sino positiva: queremos, no podemos no querer:
«en mis actos, en el mundo, en mí, fuera de mí, no sé dónde ni qué, hay
algo» (p. 41).
21. + ¿Qué es este algo? La 3ª parte, que ocupa dos tercios de toda la
obra, asciende en su búsqueda. Partiendo del hecho básico de las
sensaciones, se descubre al sujeto de esos actos, quien, para
asegurar su existencia, organiza los sistemas objetivos de esos
fenómenos, es decir, construye las ciencias positivas. Se descubre
allí a la voluntad de síntesis que anima al sujeto creador de ciencia.
Se descubre también, y sobre todo, a la libertad de ese sujeto
enfrentado al determinismo del mundo fenoménico de la
naturaleza: la conciencia es una síntesis de actos elementales,
orgánicos y psicológicos en una unidad trascendente, capaz de
elevarse sobre ellos y originar una decisión valiéndose de todo ese
determinismo. Pero no basta cualquier decisión: esa libertad se
manifiesta solicitada por valores y móviles que están más allá de lo
concebible. Va más allá cuando realiza efectivamente la acción.
Entonces moviliza al cuerpo, a los instrumentos y al mundo. Ellos
oponen una resistencia y, a su vez, dictan sus condiciones a la
voluntad actuante; hay en ellos una energía comparable a la de la
voluntad que constituye el hilo transversal con el cual se teje la tela
de nuestro actuar y ser. No hacemos todo lo que queremos, y no
hemos querido todo lo que resultó hecho.
22. + Actuar es, por consiguiente, entregarse al universo para hacerlo conforme a un
designio. Otro concurso se manifiesta indispensable: el de los demás. La
cooperación con los demás se efectúa de varios modos (tradición, educación,
arte, etc.), pero más allá todavía, la voluntad tiende a una unión real y total: el
amor. Así, la acción engendra la familia; la patria, que brota de una conciencia
colectiva que se da un destino; la humanidad, que constituye una inmensa
ampliación de la conciencia y permite ver en el esclavo, salvaje, pobre o
enfermo a otro sí mismo. En cada una de estas cristalizaciones se advierte un
mismo impulso obstinado: el hombre trata de adecuarse a sí mismo, pero nunca
lo consigue plenamente; hay en él un dinamismo fundamental (volonté
voulante) perpetuamente inadecuado por sus realizaciones (volontés voulues).
Cada realización el hombre la ha querido infructuosamente porque, en
definitiva, quiere el Todo; bajo la forma de un vacío, encontramos la presencia
del Infinito. Puede aún, mediante «acciones supersticiosas», situar a ese Infinito
en algún objeto a su medida; pero una vez más resulta un intento frustrado de
absolutizar lo relativo. ¿Oué nos queda? Al haber agotado todas las
posibilidades naturales, incluso las de la Totalidad, no queda más que mantener
una abertura y atención hacia el Infinito por si viniese al encuentro del hombre:
la hipótesis de lo sobrenatural.
¿Debe la filosofía terminar su marcha en este umbral de la religión revelada?
Blondel no lo piensa. No podrá la filosofía formular afirmaciones que sólo
pertenecen al dominio de la fe; pero puede estudiar lo sobrenatural como una
hipótesis en la perspectiva de lo recorrido, analizar la inteligibilidad de los
dogmas y su coherencia, el valor y significación de la «práctica literal», así como
la estética filosófica se interesa por estilos y escuelas artísticas, y la filosofía de
las ciencias por las hipótesis, métodos y lenguaje de la ciencia positiva.
23. +
Críticas a “L’Action”:
La publicación de La Acción originó una tempestad de polémicas y
críticas: "desde la izquierda", el pensamiento laico oficial racionalista
y positivista que negaba derecho de ciudadanía filosófica a la religión
y hasta el problema de sus relaciones con la filosofía; retumbó,
"desde la derecha", el pensamiento no menos oficial de la ortodoxia
tomista, que temía ver comprometida en la tesis la neta distinción
entre el orden natural de la razón y el sobrenatural de la Gracia;
Blondel, "en el centro", se defendió por su parte, pero con poca
esperanza de hacerse comprender en el justo sentido por unos y
otros.
24. + La «tetralogía»
Sustancialmente, las obras que forman la tetralogía contienen el mismo argumento
de L'Action de 1893. En la intención de Blondel, sin embargo, constituyen una
vigorosa ampliación, maduración y acabamiento de su tesis de doctorado, con el
propósito de darle forma más estrictamente filosófica, simplificar las expresiones,
prevenir las objeciones, y separar las tres primeras obras, que tocan los temas
fundamentales de la filosofía, de la cuarta sobre el espíritu cristiano, que sería más
bien una «filosofía del cristianismo».
1. La Pensée:
“El Pensamiento” quiere ser una «historia natural» del pensar, desde su génesis
cósmica hasta sus formas superiores en la conciencia y en la ciencia. La inadecuación
cartesiana entre pensar y ser, Blondel la sustituye por la inadecuación constante del
pensar respecto a su destino integral. El entero orden especulativo, que incluye
sentir, conocer, idear, razonar, no basta para la vida de la acción. La razón de ello se
encuentra, piensa Blondel, en que el mismo pensar está constituido por dos
impulsos irreductibles, pero complementarios: el pensar «noético»,
conceptualizador y universalizante, y el pensar «pneumático», diversificador y
propulsor. Pero éstas no son formas de algún «yo puro» o «ego trascendental» sino
de la actividad intelectual en su inseparable unidad sintética con el universo. Tres
órdenes progresivos aparecen así discernibles: 1° el orden de los signos y del
lenguaje, como pensamiento pensado; 2° el orden del Absoluto implicado en el
pensar, que devela al Pensamiento Pensante y trascendente; y 3° el orden receptivo
en el que el pensar es iluminado y elevado más allá de su potencia natural. En todos
ellos aparece imposible que el pensar se cierre en una esfera autosuficiente: es
necesario integrar en él algo que le permanece siempre irreductible.
25. + 2. L'Etre et les etres:
El ser y los seres quiere ser el estudio de ese «más allá». A partir de nuestro sentiment d'etre (no de la
noción de ser) compara los diversos grados dados a nuestra experiencia: materia, vida, persona,
sociedades, universo entero. La constante inadecuación se reencuentra aquí: son y no son, subsisten en
devenir; conducen a la necesidad lógica de la afirmación del ser en sí. Se trata, en verdad, de una reedición
del argumento ontológico. El blondeliano, sin embargo, va más allá de las formas anselmiana, cartesiana o
leibniziana, porque no se mueve en el plano de la sola abstracción, sino que aspira a obtener su
verificación en la práctica consecuente a la buena opción. Afirmado el Ser en sí surge el tema de la relación
a él de los seres contingentes. Blondel responde elaborando una ontología concreta de los seres creados,
que devela una evolución tendencial que es una verdadera gestación de seres u ontogénesis, y en ella
busca desentrañar una canónica del devenir y consolidación de los seres, condición para que realicen el
designio del cual proceden, y alcancen el destino a que están ordenados: Blondel la llama Normativa.
Repasando los grados de seres, se encuentra que ejercen diversas funciones normativas: la materia es la
expresión de la universal contingencia, la vida es la organización dinámica de fuerzas cósmicas para servir
de soporte al espíritu, que es a la vez inquietud y empuje hacia el Ser, hacia Dios.
3. L’Action:
En la reelaboración de L'Action (3ª obra de la tetralogía), Blondel afronta en el primer tomo un problema
paralelo al visto en L'Etre: ¿Cómo es posible que verdaderamente actúen causas segundas, dándose la
acción de la Causa Primera Universal? El filósofo recoge todas las aporías presentadas al respecto,
conduciendo el raciocinio a la especificación de las diversas causalidades segundas. El 2° tomo rehace el
itinerario de la primera Action, aunque sin la espontaneidad del primer brote juvenil. El lenguaje se
simplifica y la exposición, aunque recargada por las repeticiones, destaca las líneas de fondo de toda la
obra blondeliana.
4. La Philosophie et l'Esprit Chrétien:
La filosofía y el espíritu cristiano es un intento de instaurar una filosofía de los dogmas católicos que
complete los tres libros anteriores: todos ellos querían mostrar nuestras aspiraciones e influencias
naturales; Esprit Chrétien quiere por su parte examinar cómo responden los misterios del catolicismo a
esos enigmas filosóficos.
26. Difusión y alcance de las ideas blondelianas:
Como ya se ha dicho, la obra de Blondel suscitó, desde la publicación de la primera edición de
L'Action, amplio eco en uno u otro sentido. Blondel, propiamente hablando, no ha dejado una
escuela. Cabe, sí, señalar una influencia suya, más o menos clara o difusa, en numerosos ambientes y
autores, especialmente franceses. Así, p. ej., influye en algunos pensadores neoescolásticos,
concretamente en J. Marechal y, a través de él, en K. Rahner, aunque la inspiración de este último es
más bien heideggeriana. Diversos espiritualistas, como J. Lacroix, J. Guitton, P. Ricoeur, recogen
también algunas de sus ideas. La filosofía de la religión de H. Duméry parte de una exégesis
blondeliana. En el terreno de la Apologética o Teología fundamental se inspira en él, p. ej., H.
Bouillard. Algo análogo puede decirse de la teología de la fe de P. Rousselot y R. Aubert, etc.
Críticas:
Las críticas de los inicios también han continuado repitiéndose. Afectan fundamentalmente a dos
puntos: la gratuidad de lo sobrenatural, y el valor del conocimiento humano. La encíclica Pascendi,
con la que Pío X condenó al modernismo, incluye un párrafo que ha sido a veces interpretado como
referido a Blondel o a autores inspirados en él; es el párrafo en que Pío X se refiere a quienes «si bien
rechazan la doctrina de la inmanencia, como tal doctrina, la emplean, no obstante, para una finalidad
apologética; y esto lo hacen tan sin cautela que parecen admitir en la naturaleza humana no sólo una
capacidad o conveniencia para el orden sobrenatural, sino una verdadera y auténtica exigencia» (A
AS, 40, 1907, 631 ). En las obras de su segundo periodo Blondel se esfuerza por matizar su
pensamiento, poniendo de relieve que la naturaleza humana tiene una indigencia, pero no una
exigencia de lo sobrenatural. Sus explicaciones, sin embargo, no siempre han parecido suficientes (cfr.
A. Gaboardi, Il método d'inmanenza, en Problemi ed orientamenti di Teologia dogmatica, II, Milán
1957,75-85).
Blondel permaneció siempre fiel a la ortodoxia católica, aunque algunos modernistas tomaron pie de
sus ideas y de su terminología, que difuminaban la diferencia ontológica entre el orden natural y el
sobrenatural.
Con ocasión del centenario de la publicación de “L’Action”, Juan Pablo II envió una carta al arzobispo
de Aix-en-Provence, alabando la obra de Blondel, y en particular su visión integral del hombre.
27. + Bibliografía:
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA: IV Filosofía Contemporánea,
Mario Fazio, Francisco Fernández Labastida
Editorial Palabra, MADRID, 2004 p.p. 265 -270
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Julián Marías
Biblioteca de la Revista de Occidente
Calle Milán, 38. Madrid,
1ª. edición: 1941; 32ª.edición: 1980 pp. 378 a 379.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/blondel_maurice.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Maurice_Blondel
Presentación elaborada por Gerardo Viau,
Guatemala 14 de diciembre del 2012