El documento presenta una conversación entre un arquitecto y un naturalista sobre cómo integrar sus visiones para desarrollar una arquitectura que permita la cohabitación armónica entre humanos y el entorno natural. Proponen el dibujo como herramienta para que ambos oficios dialoguen y exploren esta idea. Buscan que la arquitectura reconozca y se base en los sistemas naturales para que las ciudades sean sostenibles a largo plazo.