La acción de una hormona comienza con su unión a un receptor específico en una célula efectora. Los receptores son proteínas de gran tamaño y muy específicos para cada tipo de hormona. La unión de la hormona al receptor puede provocar diferentes respuestas celulares como la activación o inactivación de proteínas intracelulares, la modificación del número de receptores, o los cambios en la expresión de genes en el núcleo celular.