Los Ilustrados cuestionaron el poder divino del rey y comenzaron a pensar de forma crítica. El movimiento de la Ilustración dominó Europa en el siglo XVIII, destacando en Francia e Inglaterra. En España, la Ilustración coincidió con los reinados de Fernando VI y Carlos III aunque el país se encontraba en decadencia. En América, las reformas del despotismo ilustrado buscaban reafirmar el dominio de Madrid sobre las colonias y frenar el ascenso de las elites criollas.