El bullying es un problema latente en la sociedad y que, mayormente, ha afectado a los niños y adolescentes. Con la llegada de las nuevas tecnologías, internet y los dispositivos móviles este peligro se ha incrementado, dando lugar a un movimiento aún más descontrolado: el ciberbullying. Las consecuencias del ciberbullying son destructoras a nivel psicológico y emocional para la persona que es víctima. Su bienestar psíquico y salud emocional son vulnerados, todo lo cual lo hace más susceptible de sufrir, en el futuro, de depresión, ansiedad, fobia escolar o trastornos de aprendizaje, entre otras cosas.