La luna se originó hace miles de millones de años como resultado de un gran impacto entre la Tierra y un protoplaneta del tamaño de Marte. La llegada del hombre a la luna en 1969 fue un hito importante para la humanidad. Los satélites pueden clasificarse según su órbita como LEO, MEO o GEO, y cada tipo se utiliza principalmente para propósitos como comunicaciones, navegación o observación de la Tierra.