La música de protesta surgió en los Estados Unidos en los años 30 y se expandió a España y América Latina en los 60 y 70, cuando hubo movimientos sociales como la Revolución Cubana. Tuvo como objetivos denunciar injusticias sociales y el conformismo político para crear conciencia sobre la necesidad de un cambio radical. Algunos de los artistas más representativos han sido Los Prisioneros, Molotov, Calle 13 y Juanes.