El arte del siglo XX se alejó de la representación realista del mundo debido a las crisis y guerras que marcaron el siglo. Los artistas buscaron expresar sus experiencias personales y denunciar problemas sociales a través de formas y colores alterados. La arquitectura utilizó nuevos materiales e integró los edificios en el entorno, mientras que la pintura y escultura experimentaron con formas no figurativas para buscar la expresividad.