Mama, mujer admirable, no has muerto, y nunca lo harás porque no se muere cuando el corazón deja de latir, se muere cuando en los recuerdos se deja de existir y tu estas presente, estas aquí, estas viva para todos.
1. Olga Maria Lopez
(02/10/1930 – 19/10/2013)
O lvidarte nunca podremos, eres
L uz que ilimuna nuestras vidas.
G rabados quedan los momentos que
A tu lado vivimos.
M aravillosa
A morosa
R isueña
I nigualable
A mable
Mama, mujer admirable, no has muerto, y nunca lo
harás porque no se muere cuando el corazón deja de
latir, se muere cuando en los recuerdos se deja de
existir y tu estas presente, estas aquí, estas viva para
todos.
Tus hijos María, Nelson, Ricardo, Ledy Olga y María
del Rosario, José y Lucia, tus hermanos, sobrinos,
nietos y bisnietos sufren tu partida y te recordaran por
siempre.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es
ganancia”. Filipenses 1:21
4. Colosenses Capitulo 2
2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha
sostengo por vosotros, y por los que están en
Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi
rostro;
2:2 para que sean consolados sus corazones, unidos
en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno
entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el
Padre, y de Cristo,
2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento.
2:4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con
palabras persuasivas.
5. No existen palabras de
agradecimiento para
expresar todo el amor que
sentimos por ti.
6. Fuiste un ejemplo de
mujer en todos los
sentidos y aspectos,
capaz de darlo todo sin
recibir nada.
7. Fuiste un ejemplo incuestionable
de fortaleza. Gracias por todas
las buenas lecciones que me has
dado en la vida, por llenarme de
paz y sabiduría.
8. Gracias por estar a mi lado,
por apoyarme en los buenos y
malos momentos, porque
gracias a ti fue más fácil
sobrellevarlos.
9. Te agradezco por esa paz interior
que siempre sentí cuando estabas
cerca de mi. Cómo poder
compensarte todo lo que has hecho
por mí.
10. Tus palabras vivirán en mi alma las
recordaré cada mañana, ahora mismo la
tristeza me quita la calma pero hago muy
mío tu recuerdo, tus besos, tus abrazos
son un tesoro interminable.
11. Fuiste, eres y siempre
serás nuestro mejor
ejemplo de vida.
12. 2:5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante
en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando
vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor
Jesucristo, andad en él;
2:7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en
la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en
acciones de gracias.
2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres,
conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud
de la Deidad,
2:10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza
de todo principado y potestad.
13. Por ese amor incondicional, por esas
manos de consuelo, por ese abrazo
protector levanto una oración al cielo. Te
recuerdo y se llena mi alma de gozo por
todo lo que me diste mientras estuviste
junto a mi.
14.
15. En nuestros corazones
guardaremos tus enseñanzas,
y en nuestras acciones se
reflejara tu ejemplo. El paso
del tiempo no podrá borrar tu
recuerdo. Y lucharemos para
poder verte de nuevo en aquel
día.