Este documento discute la necesidad de romper la confusión generalizada y centrarse en lo esencial. Señala que nadie puede lanzar la primera piedra sin que se le vea, y que estamos en la rueda de los dioses del te quita y te da. Propone que cada cual debe examinarse a sí mismo y limpiar su espíritu de acuerdo con la verdad, para luego eliminar las confusiones.