Un misionero viajaba a través de la jungla en África y fue protegido de un ataque planeado por hombres armados que lo seguían. Más tarde, el misionero descubrió que en ese mismo momento, un hombre y 26 otros en una iglesia en los Estados Unidos habían sentido el llamado de Dios para orar por él, y que sus oraciones lo protegieron de los hombres armados. Esta historia muestra cómo Dios responde a las oraciones de fe de manera misteriosa.