El arte rupestre tiene al menos 40.000 años de antigüedad y es considerado el punto de partida de la escritura. Las personas registraban sus vivencias, pensamientos y creencias a través de pinturas y grabados en superficies rocosas y cuevas, representando su vida mediante imágenes de animales, escenas cotidianas, plantas, objetos y figuras geométricas. Existen dos clasificaciones: pictografías, que son dibujos con pigmentos sobre rocas, y petroglifos, que son diseños grabados en la superficie de