Este documento resume los principios clave de la Declaración de Estocolmo de 1972 y la Cumbre de la Tierra de Río de 1992 sobre medio ambiente y desarrollo sostenible. Resalta la importancia de preservar los recursos naturales para las generaciones futuras, planificar asentamientos humanos de manera responsable para evitar daños ambientales, y reconocer el papel fundamental de las comunidades indígenas y sus conocimientos tradicionales para el desarrollo sostenible.